Relojes de titanio

Los relojes de titanio ofrecen una amplia variedad de precios, desde los más asequibles a los extremadamente caros. A quienes estén dispuestos a invertir más de 900 000 euros, les recomendamos echar un vistazo al Jules Audemars Grande Complication de Audemars Piguet. En el otro extremo se encuentran los relojes de titanio de la casa Boccia. Se trata de relojes de cuarzo baratos que cuestan (nuevos) entre 100 y 200 euros. En la misma categoría de precio se encuentran los relojes de titanio Skagen. Estos también incluyen un movimiento de cuarzo y, debido a su funcionamiento mediante pilas, se distinguen por dotar cajas extra planas.

Los relojes de lujo fabricados en titanio suelen alojar un movimiento mecánico. Por lo tanto, no es necesario utilizar pilas como fuente de energía para alimentar el reloj. Los conocedores distinguen entre los relojes de cuerda automática y los relojes de cuerda manual. Un reloj de titanio automático de la marca Breitling se encuentra en el mercado de segunda mano por un precio aproximado de 2000 euros, mientras que los relojes sin estrenar rondan los 3000 euros. Un poco más asequibles se presenta el modelo Aerospace con un movimiento de cuarzo altamente preciso. Este reloj incluye una pantalla digital y analógica. Además, el reloj masculino de titanio ofrece un calendario, alarma, una función de cuenta atrás y GMT. Con la función de cronógrafo integrada, es posible medir tiempos en centésimas de segundo. Debido a su amplia selección de funciones, el Breitling Aerospace se dirige especialmente a los pilotos. Un ejemplar sin estrenar apenas supera los 1000 euros y el precio de los modelos nuevos se encuentran en el rango de los 2400 euros.

Uno de los relojes de titanio más populares de Breitling es el Avenger y el Super Avenger. Este último no pasa desapercibido con su enorme caja de 48 mm. Sin embargo, su tamaño no resulta molesto gracias a la ligereza de su material, el titanio. En comparación, el Avenger se presenta más pequeño. No obstante, los 43 mm de diámetro de la caja clasifican este modelo entre los relojes de titanio de gran tamaño. Un Avenger Seawolf, es decir el reloj de buceo fabricado en titanio de esta colección, cuesta alrededor de 2000 euros en el mercado de ocasión. El precio de un ejemplar nuevo fabricado en acero es de 4000 euros. Estos divers profesionales ofrecen un grado de hermeticidad de hasta 3000 m (300 bar). El precio de un cronógrafo Avenger de ocasión ronda los 2000 euros, mientras que un ejemplar sin estrenar alcanza fácilmente los 4200 euros. El Super Avenger se encuentra en la misma categoría de precio y, ya que este reloj de titanio fue reemplazado por el modelo Super Avenger II, casi no se encuentran modelos nuevos en el mercado.

La casa IWC (International Watch Company) fue la primera marca en producir relojes de titanio. De hecho, la manufactura establecida en Schaffhausen presentó su primer reloj de titanio a principios de la década de 1980. Cabe señalar que, en aquella época, las casas suizas solían fabricar los relojes en oro, platino o acero. Por lo tanto, el lanzamiento de un reloj de titanio fue toda una innovación para el sector. El éxito de los cronógrafos IWC fabricados en titanio fue indiscutible. Otro modelo que presumió de gran prestigio fue el reloj de titanio Porsche Design by IWC Ocean 2000 con referencia 3524. Este modelo ya no está disponible en el catálogo de IWC, por lo tanto, existen pocos ejemplares y su precio ronda los 4500 euros.

Existen otros relojes de titanio diseñados por Porsche Design en colaboración con IWC. Los modelos sencillos de tres agujas son asequibles y su precio ronda los 1300 euros en el mercado de segunda mano. Algunos cronógrafos de ocasión de Porsche Design se pueden encontrar a un precio aproximado de 2000 euros.

El Aquatimer es el reloj de buceo de cabecera de IWC. Este modelo se caracteriza por integrar un anillo giratorio interior que se puede manejar mediante una corona adicional. Normalmente, los relojes de buceo disponen de un bisel giratorio unidireccional para controlar los tiempos de inmersión. Los Aquatimer de titanio y un grado de hermeticidad de hasta 2000 m (200 bar) cuestan al menos 3000 euros en el mercado de segunda mano. Los modelos de ocasión con un calibre cronógrafo cuestan solo 100 euros más. Sin estrenar, el reloj de buceo de IWC fabricado en titanio cuesta aproximadamente 6500 euros.

El IWC Ingenieur es uno de los relojes de pulsera antimagnéticos más reconocidos del mercado. La casa suiza presentó el primer modelo del legendario reloj en el año 1955. A principios de la década de 1970, el Ingenieur renovó su diseño. Gérald Genta, el diseñador de relojes más conocido del siglo XX, presentó un revolucionario boceto para la época. Inspirado en una escafandra, el modelo lucia tornillos y orificios. Un IWC Ingenieur masculino fabricado en titanio se ofrece en el mercado de segunda mano por un precio de al menos 3000 euros. Un poco más caras se presentan las versiones con una función de cronógrafo. Los últimos modelos Ingenieur de titanio y con tres agujas se encuentran en el rango de los 5000 euros. Aquellos que desean comprar un reloj de hombre, nuevo, fabricado en titanio con una función de cronógrafo, deben invertir cerca de 7000 euros.

La casa suiza Hublot destaca por su excelencia y sus impresionantes diseños. Una de las señas de identidad de la marca son sus extravagantes materiales. En este sentido, Hublot se caracteriza por ser una firma pionera en el ámbito de las pulsera de caucho, puesto que fue una de las primeras en utilizar este robusto material para producir las correas. Hublot también destaca por haber patentado el Magic Gold, un material innovador creado en el departamento de metalurgia de la compañía. Esta aleación de oro de 18 quilates se caracteriza por su alta resistencia a los arañazos. Normalmente, los relojes de oro de 18 quilates suelen ser más delicados y menos resistentes debido a que el material es mucho más suave que, por ejemplo, el acero. Hublot integró la cerámica en su aleación, por eso, sus relojes fabricados en Magic Gold son mucho más robustos y resistentes. El precio de un Big Bang nuevo —uno de los modelos más prestigiosos de la marca— fabricado en Magic Gold empieza a partir de los 22 000 euros.

En el ámbito de los relojes de titanio, Hublot tiene mucho que ofrecer. Un Classic Fusion sin estrenar, con una correa de caucho y un movimiento de cuarzo ronda los 3600 euros. Con un calibre automático y una correa de piel de cocodrilo, el modelo se aproxima a los 4300 euros. Por último, el precio de las versiones automáticas con un brazalete de titanio alcanza los 5400 euros.

Si desea comprar un reloj Big Bang de segunda mano fabricado en titanio, debe invertir alrededor de 10 000 euros, mientras que los precios de los ejemplares casi nuevos empiezan a partir de los 13 000 euros. Actualmente, los Hublot Big Bang alojan un calibre de manufactura Unico que integra una función de cronógrafo flyback. Si desea comprar un Big Bang Unico con un brazalete de titanio, debe estar preparado para invertir al menos 15 000 euros. Cabe señalar que los Big Bang Unico cuenta con una caja de 45 mm de diámetro y, por lo tanto, se adecuan a las muñecas grandes. Sin embargo, gracias al titanio, este reloj es ligero y cómodo de llevar. Los amantes de los diamantes encontrarán en el Big Bang Unico Titanium Pavé Bracelet el reloj perfecto. Más de 1500 piedras preciosas embellecen la caja, el bisel y la pulsera de este elegante cronógrafo. Su precio se encuentra en el rango de los 65 000 euros.

Además de los relojes de lujo fabricados en titanio, el mercado también ofrece una amplia selección de relojes de titanio asequibles de marcas como por ejemplo Boccia, Citizen o Skagen. Boccia es una de las compañías más populares. De hecho, la canciller alemana Angela Merkel luce un modelo de Boccia Titanium. En general, la gama de modelos Boccia femeninos es bastante amplia. Por supuesto, la marca alemana no se olvida del público masculino y ofrece también una selección para los caballeros. Así por ejemplo, los relojes sobrios de tres agujas y con un brazalete de titanio están disponible por un precio que ronda los 120 euros, y los relojes deportivos con una función de cronógrafo son casi igual de asequibles. Estos relojes de cuarzo suelen costar cerca de 140 euros. Es más, los modelos de cuarzo más destacados de esta marca alcanzan los 220 euros. Se trata de relojes de titanio para hombre que incluyen un cristal de zafiro. Cabe señalar que Boccia también presenta relojes de titanio sobrios con tres agujas y un calibre automático. Su precio es también asequible y apenas alcanza los 200 euros.

La casa japonesa Citizen es famosa por sus relojes de cuarzo con tecnología Eco-Drive. Estos "relojes ecológicos" son especiales por prescindir de las pilas y utilizar celdas solares para almacenar energía. Un Citizen de titanio sin estrenar y con tecnología Eco-Drive cuesta alrededor de 180 euros. Estos relojes lucen sobrios con sus tres agujas y un indicador de la fecha. El precio de los cronógrafos de segunda mano que integran esta ecológica tecnología apenas alcanzan los 100 euros, y los ejemplares sin estrenar rondan los 300 euros.

Citizen también ofrece relojes de titanio radiocontrolados. La indicación del tiempo de estos modelos se sincroniza con las señales de radio, por lo tanto, estos ejemplares son extremadamente precisos. El precio de estos relojes radiocontrolados se encuentra a partir de los 450 euros.

En las regiones que no se tiene acceso a una señal horaria, recomendamos la utilización de relojes con recepción GPS. Estos reciben las señales satelitales y son los más indicados para los aventureros que se sumergen en los puntos más recónditos de la Tierra. Uno de los modelos GPS más destacados es el Citizen Promaster Sky Satellite Wave Chronograph. La caja de titanio revestida en PVD presenta un diámetro de 47 mm y resulta altamente robusta y resistente a los arañazos. Este reloj de pulsera dispone de un calendario perpetuo, una reserva de marcha oscura de 540 días, una función de cronómetro y alarma, así como un indicador de la reserva de energía. Además, con la función de hora mundial, este reloj herramienta ofrece la posibilidad de conocer la hora en cualquier parte del planeta. Este modelo de alta tecnología cuesta casi 1700 euros.

La compañía danesa-americana Skagen diseña gafas de sol, joyas y relojes. Los relojes de cuarzo ultra planos siguen el estilo escandinavo, sobrio y elegante que resulta atractivo para muchas personas. Los relojes de titanio también se encuentra en el catálogo de esta casa. Los ejemplares de tres agujas y sin estrenar rondan los 100 euros. El precio de los cronógrafos con un brazalete de titanio se aproxima a los 180 euros. El modelo Skagen Jannik SKW6154 dispone de una función de cronógrafo, luce un moderno diseño bicolor en la esfera y su estilo retro marca tendencia entre el público más joven. El precio de este reloj de titanio con malla milanesa ronda los 220 euros.

El titanio es un elemento químico infrecuente. Se obtiene de la corteza terrestre en forma de óxido, tras la combinación con el oxígeno, y se encuentra en varios minerales y rocas como el rutilo y la ilmenita. Muchas veces la proporción de titanio es mínima. La industria ha explotado este elemento en regiones como Canadá, los países escandinavos y África, donde se encontran mayor cantidad de rocas con un alto contenido de ilmenita. En Argentina, Brasil, Florida, la India y en el oeste de Australia se explota el rutilo y la ilmenita en arenas minerales. Por lo tanto, el titanio se puede extraer de minerales y arenas. El proceso de extracción requiere en general de un gasto energético alto y, por lo tanto, también económico. Esta es una de las principales razones por las que los relojes y brazaletes de titanio son más caros que los fabricados en acero inoxidable.

Los expertos distinguen entre dos categorías de titanio: las aleaciones de titanio y titanio puro. Por un lado, la aleaciones cuentan con hasta un 80 % de titanio. El resto, es decir el 20 %, son elementos como el estaño, aluminio o cromo. Por el otro lado, se habla de titanio puro cuando el material se compone de un 99 % de titanio.

A principios de la década de 1980, el titanio desafió a la industria relojera. Los procesos de producción exigían un enfriamiento después de cada paso y el material resultaba bastante difícil de trabajar. El pulido también presentó más inconvenientes que, por ejemplo, el acero inoxidable. Por eso, los relojes de titanio son más caros.