45 años de polo y 150 años de Piaget: estos dos acontecimientos coincidirán en 2024. No es de extrañar que la empresa haya decidido celebrarlo por todo lo alto. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que con una nueva edición del Polo original, el renacimiento de una leyenda con un aspecto clásico y elementos modernos? Este nuevo modelo, llamado Polo 79, me ha seducido especialmente y me complace poder compartir con ustedes mi pasión por este reloj y por la colección Polo.
Los orígenes del Polo
Piaget, fabricante de relojes desde 1874, es hoy sinónimo de la más alta precisión relojera y la joyería más refinada. Los relojes Piaget se fabrican con oro y piedras preciosas, creando verdaderas obras maestras de la relojería y la joyería. Por ello, Piaget atrae desde hace mucho tiempo a una clientela aficionada a los relojes joya excepcionales. Sin embargo, a principios de los años ochenta, las costumbres y las necesidades cambiaron. Al adoptar un estilo de vida más deportivo y moderno, la clientela buscó relojes más adecuados a los nuevos hábitos, resistentes al agua y robustos, pero sin renunciar al estilo y la elegancia.
Piaget respondió a esta demanda lanzando el Piaget Polo. Su propio nombre hace referencia a este deporte de élite y se corresponde así con las altas exigencias y el sofisticado estilo de vida de sus clientes.
El Piaget Polo del año 1979
La característica más llamativa del Polo es, sin duda, su fabricación íntegramente en oro. Contrastaba con los relojes deportivos de acero inoxidable tan populares en aquella época. Su brazalete era especialmente impresionante. Se ajustaba perfectamente a la muñeca y, al mismo tiempo, parecía estar hecho de una sola pieza de oro. Significaba la unión de la comodidad y la exclusividad.
El acabado del brazalete también es especialmente meticuloso. Los eslabones pulidos y cepillados se alternan, y este patrón se repite desde la caja hasta la esfera. Esto capta a la perfección la elegancia y la extravagancia que tanto gusta a los admiradores de Piaget. Esta extravagancia incluye también la ausencia de corona. Si desea ajustarla deberá dirigirse al fondo de la caja. Permanece, por tanto, oculta a la vista.
El Polo original no solo era estéticamente agradable, sino también de alto rendimiento. Ya entonces, Piaget era conocida por fabricar movimientos mecánicos ultraplanos y movimientos de cuarzo. En 1976, la marca lanzó el movimiento 7P, el movimiento de cuarzo más plano del mundo en aquella época, con un grosor de tan solo 1.95 mm. Fue este movimiento el que se instaló en el primer Polo. Este calibre permitió a Piaget diseñar una caja ultraplana que se fusionaba casi por completo con el brazalete y con la que se abrazaba perfectamente a la muñeca.
La evolución del Polo Piaget
Debido a su popularidad, el Polo pronto apareció en innumerables variaciones: redondo o cuadrado, engastado con diamantes, en oro bicolor, con numerosas complicaciones, ¡e incluso montado en una correa de piel! Los modelos Polo cuadrados o rectangulares eran especialmente populares entre las mujeres por la hermosa armonía que creaban la correa y el reloj.
Con el cambio de milenio, la apariencia del Polo cambió significativamente. Con la introducción del Polo FortyFive, no solo aumentó su diámetro hasta los 45 mm, sino que también se convirtió en un auténtico reloj deportivo, especialmente popular en la versión de acero inoxidable, o también en la versión de titanio, más exclusiva. En particular, los modelos con función GMT y cronógrafo flyback tuvieron un gran éxito.
La última incorporación a la colección Polo es el Polo S, cuyo diámetro se ha reducido de 45 mm a 42 mm. El sello distintivo del Polo S es sin duda la esfera en forma de cojín rodeada por un bisel redondo. Esto lo convierte en un reloj deportivo clásico que puede llevarse tanto con traje como con camiseta.
El Piaget Polo 79: la versión de aniversario del 2024
Cuando se lanzó la nueva edición del Polo original con el nombre de Piaget Polo 79, todos los aficionados a la relojería se preguntaron, con razón, si Piaget lograría el equilibrio entre tradición y modernidad. Basta con ver este reloj para darse cuenta de que así es.
Diseñado para los miembros más deportivos de la jet set, este modelo ultraplano de oro se desmarca del diseño del Polo S y toma la quintaesencia del original. El Polo 79 funciona con un calibre automático de manufactura que rinde homenaje a la preferencia actual por los movimientos automáticos. Para dar cuerda a este movimiento, el Piaget Polo 79 ha sido dotado de una corona lateral, ya que realizarlo por detrás habría sido demasiado complejo. El movimiento ultraplano también es visible a través del fondo de cristal: es demasiado bello para ocultarlo.
Resumen
Con el Polo 79, Piaget revive una nueva faceta de la tendencia vintage y nos transporta a los años ochenta. Tanto su historia como su perfecto saber hacer artesanal (tanto estética como técnicamente) nos invitan a soñar. Sinónimo de evasión, pero también de exclusividad, este reloj tiene algo que encantará a todos los amantes de la relojería. Y es que, aunque existen muchos relojes deportivos elegantes, ninguno encarna la elegancia deportiva como el Polo de Piaget.