Hemos pedido a los autores de la revista de Chrono24 que reflexionen sobre qué nos íbamos a encontrar el año 2020 los amantes relojeros. ¿Qué cambios en el mercado de la industria relojera han podido observar a causa de la pandemia? ¿Cuáles son las consecuencias negativas y positivas de este desafío? ¿Cómo ha cambiado su colección a lo largo del año? Nos encantaría conocer su opinión sobre estas preguntas. No dude en compartir sus ideas en los comentarios de Facebook.
Pascal
Este año ha sido un año muy extraño en todos los aspectos y así a primeras podría incluso percibirse como un año en el cual han ocurrido pocas cosas. Es una posible lectura, pero ¿se podría hacer otro tipo de análisis? Normalmente los años pasan volando, pero este año la sensación ha sido la contraria y el tiempo ha parecido «desacelerarse», por decirlo de alguna manera. Este efecto producido por la pandemia también sirve para la industria relojera. Para ser justos, no es que esta industria haya contado con unos tempos particularmente rápidos en el pasado, pero es verdad que con la cancelación de las ferias comerciales y la presión que generan a la industria, así como con los comunicados de prensa que se sucedieron después de estas cancelaciones, el año 2020 ha sido un año con un ritmo muy lento. Por otro lado, las novedades de Rolex, Omega, Tudor, etc., fueron «presentadas» en internet, lo que podría considerarse como un progreso. En cualquier caso, el tiempo extra entre los lanzamientos nos brindó con la oportunidad de analizar el Submariner, el Black Bay, etc. más detallada y sosegadamente. ¿Por qué se habló tanto de la medida exacta del Submariner o del concreto tono azul usado en el nuevo Black Bay? El hecho de que esas discusiones se hayan producido online demuestra una vez más que la digitalización se ha convertido en algo cada vez más importante para las marcas, los comerciantes y las plataformas. Será interesante ver los efectos a largo plazo que esta situación tendrá en el comportamiento de los consumidores y por lo tanto también en el de las marcas.
Por lo que respecta a mi colección, Tudor me conquistó con el debut online de su Black Bay Navy. También compré un reloj inteligente para usarlo mientras teletrabajo en casa. Esto me ha llevado, ciertamente, a guardar mis relojes mecánicos para ocasiones especiales más insólitas. No obstante, este hecho me ha llevado a aprender a apreciar aún más mis relojes mecánicos. En cierto modo, he descubierto la coexistencia del progreso y la tradición.
René
Este año ha sido un año bastante diferente a los años anteriores. Por ejemplo, todavía no me he comprado ningún reloj. Aunque creo que esto no es tan malo, porque aprendo a estar con mi pequeña colección de relojes. Con cuatro relojes ya se puede hablar de colección, ¿no? La verdad es que me encuentro completamente satisfecho con ella. Especialmente mi última compra, que ya hace un año, me ha proporcionado gran placer. En aquel momento decidí comprar un Maen Hudson 42 Mk II, un elegante reloj de buceo retro, muy cómodo de llevar a pesar de sus 42 mm de diámetro. Maen es una pequeña marca con sede en Estocolmo, fundada por dos holandeses apasionados de Nueva York. A pesar de esto, los relojes Maen se producen en Suiza.
En muy poco tiempo, el Hudson se ha convertido en mi «reloj del día a día». Lo que más me gusta del reloj es su dial «Midnight Blue». El color es difícil de describir. Es una especie de azul oscuro pálido, que a veces se ve más claro o más oscuro dependiendo de la luz. Por el contrario, los índices tipo bastón aplicados y las agujas están recubiertos de material luminiscente blanco. El réhaut con su fina escala de minutos también es blanco. Esto hace que el dial tenga una apariencia muy limpia y aireada. Un bisel de buceo con revestimiento de aluminio negro y un cristal de zafiro curvado completan el reloj.
Actualmente, Maen solo tiene disponible el Hudson de 38 mm de diámetro. Mucha gente piensa que este es exactamente el tamaño correcto para un reloj de buceo retro. Sea como sea, yo me alegro de haber podido conseguir un modelo de 42 mm.
Mathias Kunz
Este año 2020 ha sido uno de los más turbulentos de mi vida. Todo junto: desde alguna desgracia personal que ha querido el destino hasta el más bello regalo que la vida le puede brindar. Cuando analizo el año, son pocas las cosas que me vienen a la cabeza que me hayan sorprendido mucho. Por supuesto, ya sabemos que Omega ha introducido un nuevo Snoopy y que Rolex ha descubierto por primera vez los colores brillantes. Pero, ciertamente, tampoco es que esto me haya impresionado mucho, aunque debo admitir que ya me gusta el nuevo Snoopy. Creo que incluso me atrae más que el nuevo Seamaster de titanio, de James Bond, que probablemente no veremos en el cine hasta el 2021.
Mi reloj personal más destacado del 2020 es la adquisición de un ejemplar usado pero excelentemente conservado de la marca Laco de Lacher. Este reloj, limitado a 200 piezas, es una mezcla de reloj de aviador y de buceo. Muestra de ello es su bisel giratorio unidireccional con escala de 60 minutos y una resistencia al agua de 200 m (20 bar). Me recuerda un poco al legendario reloj del ejército alemán de Heuer. Sin embargo, gracias al Valjoux 7750, el Laco incluye tres subesferas en lugar de dos. Además, el movimiento perlado también puede contemplarse a través de la parte posterior de la caja.
Las agujas de las horas y los minutos están completamente revestidas de material luminiscente, por lo que resaltan rápidamente. La escala roja de los segundos añade algo de color a una esfera predominantemente negra. En definitiva, un gran reloj, que me ha acompañado a menudo este año.
Jorg
El 2020 ha sido un año intenso. Para empezar, no hubo ferias comerciales debido a la pandemia de COVID-19. Baselworld ha anunciado su cierre definitivo mientras que, exceptuando el Geneva Watch Days, el resto de ferias han sido canceladas. La mayoría de los fabricantes anunciaron sus nuevos lanzamientos online, y apenas hubo reuniones entre las marcas o los entusiastas de la relojería. En todo caso, el año 2020 nos ha mostrado claramente la importancia de las ferias para poder crear comunidad y descubrir nuevos relojes juntos.
La segunda cosa que me ha llamado la atención ha sido el exagerado entusiasmo por Rolex y el efecto negativo que esto puede generar. Los rumores aparecidos sobre el nuevo Submariner y el Oyster Perpetual me han parecido bastante ridículos. No me malinterpreten: son unos relojes estupendos, pero actualmente ya no se puede ni conseguir un Rolex de acero en un distribuidor oficial, y los precios de los Rolex de segunda mano se han disparado. Esta situación se viene repitiendo desde hace un par de años, pero esta vez los precios están alcanzando niveles absurdos nunca imaginados. Durante mucho tiempo solo unos pocos afortunados se podían permitir adquirir un nuevo Rolex; si esto continúa así, todos los Rolex pronto serán piezas intocables para la mayoría.
Para concluir con algo positivo, este año hemos sido testigos de numerosas y extraordinarias presentaciones tanto de pequeñas marcas independientes como de grandes nombres. Es fascinante ver cómo las compañías pueden todavía sorprendernos y crear nuevos y magníficos relojes. Mis favoritos son el Omega Speedmaster Calibre 321, el Czapek Antarctique, el Grand Seiko SBGJ237 GMT, el Aquastar Deepstar Re-Edition, el Laventure Transatlantique GMT, y el último que ha entrado a formar parte de mi colección: el Unimatic Modello Uno U1-FM. Y la lista continúa. ¡Solo espero que en 2021 sea de nuevo una realidad el poder encontrarnos en persona para hablar de relojes!
Tom
Decir que ha sido un año difícil se queda corto. Se me hace complicado saber por donde empezar para resumir todos los desafíos del 2020, así que ni siquiera lo intentaré. Sin embargo, sí que me gustaría decir que no todo han sido pérdidas. De hecho, me ha impresionado particularmente cómo la industria relojera ha sabido responder a estos tiempos tan complicados. Las marcas ha mostrado un nivel de versatilidad y adaptabilidad que muchos habían asumido como imposible de poner en práctica. Estoy seguro de que numerosos directivos se han visto tentados a ver pasar el toro desde la barrera sin presentar nada relevante, esperando (ojalá) un mejor 2021. Sin embargo, otras marcas como Tudor, en lugar de quedarse parados, han agarrado al animal por los cuernos y han lanzado el genial Black Bay 58 Blue; y a partir de ahí el resto vino solo. La marca Rolex hizo una aparición estelar con los nuevos modelos Submariner y Oyster Perpetual, trayendo consigo un bienvenido toque de color y ligereza. Omega puso su imaginación a trabajar con motivo del 50 aniversario del Speedmaster Silver Snoopy Award para, a continuación, dar un golpe de maestría con el Speedy Calibre 321. ¡AP incluso se las arregló para realizar algunas cosas interesantes con la colección Code 11:59! Por ahora no parece que la primera mitad de 2021 vaya a ser más fácil debido a la pandemia, pero podemos esperar que las marcas de relojes sigan proporcionándonos distracciones agradables.
Balazs
¿Por dónde empezar? En noviembre pasado, después de la Dubai Watch Week, todos nos despedíamos diciéndonos cosas como: «Nos vemos en unos meses en Ginebra». Pocos nos podíamos imaginar que la DWW sería la última feria relojera que se realizaría durante mucho tiempo. Todo el mundo ha podido ver lo que ha sucedido desde entonces, así que no hay necesidad de hablar más de ello. No obstante, en la industria relojera esta situación ha llevado a la cancelación del Watches & Wonders (ex SIHH) y Baselworld. Después del pánico inicial, las marcas de relojes se las arreglaron para encontrar formas innovadoras para presentar sus nuevos lanzamientos. ¿Qué me ha llamado la atención? Veamos: me encantó el Doxa’s SUB 300 Carbon Diver, el PSR de Hamilton, y el nuevo Tissot T-Touch Connect. Ha sido un placer poder lucir el nuevo H. Moser & Cie Streamliner y, por supuesto, el nuevo Omega Speedmaster 50th Anniversary Silver Snoopy Award. Sin embargo, me hubiera encantado haber podido sentir estas piezas en vivo y en directo en una de las ferias mencionadas o en cualquier otro evento. Esperemos que en 2021 podamos volver a asistir a estos encuentros tan necesarios. Terminaré diciendo que, ¡en 2021, nos vemos en persona (y no solo en Zoom)!
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