Los relojes vintage de la marca Tudor tienen fama de retener extremamente bien su valor. En los últimos años, los precio de mercado de estos hermosos ejemplares solo se han movido en una dirección: hacia arriba. En este artículo me gustaría presentarle un Tudor que no se estuvo fabricando durante mucho tiempo, por lo que se encuentra entre los relojes más caros y dignos de colección de esta casa. Sin embargo, no todos los coleccionistas y entusiastas de los relojes saben de su existencia, ni de lejos. Debido a su peculiar estilo, se halla a la sombra del Tudor Submariner, que ofrece una alternativa muy popular al conocido modelo de Rolex. Si al leer este artículo se enamora de este encantador y singular Tudor, pero le asusta su desorbitado precio, no se preocupe: también le voy a mostrar una alternativa a esta belleza vintage más barata y mejor del mismo fabricante.
El Tudor Montecarlo: un peculiar icono deportivo con gran valor de coleccionista
La serie de modelos Oysterdate 7100 conforma la segunda generación de cronógrafos de Tudor. Se lanzó en el año 1971 y permaneció en el catálogo de la marca hasta 1977. Si se pregunta de qué cronógrafo deportivo se trata, el icónico reloj del que le estoy hablando se conoce como Tudor Montecarlo entre los coleccionistas. La esfera, que recuerda a la rueda de una ruleta, encarna a la perfección la esencia de los años setenta, con su particular diseño y acentos de color naranja. Y lo mejor de todo es que se trata de un estilo totalmente único. Solo la lente Cyclops sobre la fecha, a la altura de las 6 horas, permite intuir con qué gran marca está relacionado este reloj. A diferencia del Tudor Submariner, el Tudor Montecarlo no hace pensar de inmediato en su hermano mayor de Rolex. Pero la caja, el brazalete y los componentes de menor tamaño cuentan una historia diferente. En este reloj se emplean tanto la famosa caja Oyster como el brazalete homónimo. El cierre y la corona están provistos con el símbolo de Rolex. Y la inscripción en el fondo de la caja revela que se trata de piezas originales de Rolex.
El calibre, por el contrario, no es un movimiento de manufactura de Rolex, sino un mecanismo Valjoux de cuerda manual. La esfera gris y azul, junto con el bisel azul y las notas de color naranja, es imposible de olvidar e irradia un distintivo encanto setentero. Con la referencia 71690, que se produjo más tarde y en mayores tiradas, Tudor amplió la paleta cromática con una variante en negro y gris. A lo largo de los años, la marca ha lanzado varias referencias diferentes de este cronógrafo deportivo, con mejoras y cambios estéticos de todo tipo. ¿Le gusta a usted el icónico Tudor Montecarlo? ¿Está planteándose añadir este ejemplar a su colección? De ser así, deberá disponer de un gran presupuesto, pues este reloj se ha convertido en una auténtica pieza de coleccionismo. Los precios actuales de este icono de Tudor oscilan entre los 18 000 y 20 000 €. No obstante, si busca un ejemplar especialmente bien conservado o un juego completo con estuche y papeles, el precio puede alcanzar fácilmente los 25 000 € o, en determinados casos, incluso más. Al investigar en Chrono24, he podido descubrir un ejemplar con esfera tropical por nada menos que 72 000 €. Y una referencia 7032 con bisel de acero va más lejos aun: se vende por la friolera de 121 000 €. Es innegable que estamos ante unos precios desorbitados, sobre todo para un reloj vintage sin calibre de manufactura.
El Tudor Heritage Chrono: la nueva edición, más barata y mejor
¿Le gusta el Tudor Montecarlo, pero los precios actuales le dan dolor de cabeza? Entonces tengo buenas noticias para usted. Tudor cuenta con una nueva edición de este emblemático reloj deportivo en su catálogo actual: el Tudor Heritage Chrono. Lo mejor de todo es que no se trata tan solo de un homenaje cuyo diseño hace algunas referencias al original, sino de una versión casi idéntica al Tudor Montecarlo. Además de ser muchísimo más barato que este modelo vintage, el Tudor Heritage Chrono es objetivamente mejor en todos los sentidos, ya que es un reloj más moderno. El tamaño de la caja, de 42 mm, se adapta perfectamente al estilo contemporáneo, aunque el tamaño original, de 40 mm, también queda genial hoy en día. Ni la caja, ni la pulsera ni el cierre de la nueva edición proceden de Rolex, pero ofrecen la misma gran calidad y sensación al tacto que los modelos Black Bay de Tudor.
Aun así, el saber hacer de Rolex se puede sentir claramente en el Tudor Heritage Chrono. La nueva versión del cronógrafo también aloja un calibre comprado, si bien en este caso ha sido refinado por Tudor. Se trata de un movimiento automático con una reserva de marcha de 42 horas. En lugar de plexiglás, el nuevo cronógrafo de Tudor incorpora un cristal de zafiro y, gracias a su resistencia al agua de 150 metros, es perfecto para el uso cotidiano. Lo mejor de esta nueva versión, sin embargo, es que transporta el espíritu de su predecesor a la época actual sin apenas cambios. A primera vista, quizá ni pueda distinguir el nuevo modelo del original. La esfera opalina es algo más clara que la gris original, pero todo lo demás resulta prácticamente idéntico. Gracias a sus toques naranjas, este cronógrafo deportivo todavía exuda el mismo encanto setentero que el modelo vintage, ya se decida por la variante con bisel azul o negro. Al igual que con el original, en esta edición yo también optaría por la variante en azul, pues resulta absolutamente icónica. El bisel es bidireccional y, gracias a la escala de 12 horas, le permite mostrar la hora en una segunda zona horaria. Este también era el caso en la variante más antigua. La lente Cyclops, por otra parte, no ha llegado al modelo actual. Y quizá sea mejor así, pues en el Tudor Montecarlo esta lente de aumento a las 6 horas quedaba un tanto extraña. Sin ella, el reloj adquiere una mayor independencia. Si el Tudor Montecarlo es de su agrado, le recomiendo encarecidamente el Tudor Heritage Chrono. Puede incluir esta reedición del Montecarlo en su colección a partir de unos 4000 €, una cifra significativamente menor que el precio actual del original. Además, con esta nueva edición obtiene un reloj mucho mejor, con prestaciones más modernas. Tudor ha hecho una buena jugada al lanzar este icónico cronógrafo con un aspecto tan similar al original.
