Ulrich Kriescher es un maestro relojero y, por tanto, se dedica diariamente a asesorar sobre dudas a los clientes, ya sea en su taller o en la televisión. En Chrono24, se ocupa de las cuestiones más frecuentes que van surgiendo en su quehacer diario. Una de estas cuestiones podría ser por ejemplo:¿qué es lo que se hace exactamente con mi reloj cuando lo mando a revisar?
«¿Todavía repara relojes?» es una pregunta recurrente que me realizan muchos clientes la primera vez. Como maestro relojero, esta es por supuesto una de mis principales ocupaciones. Mucha gente desconoce esto porque formo parte de un gremio que desgraciadamente se está volviendo cada vez más inusual. Se podría decir incluso que con mis cuarenta y tantos años, no soy más que un joven en esta profesión. En mi trabajo diario, incontables relojes han pasado por mis manos y uno de los consejos que daría a cualquier persona que posea un reloj es la importancia de revisar el movimiento regularmente.
¿Por qué es importante pasar revisiones al reloj?
Los relojes, como los coches, no dejan de ser un complejo sistema técnico que necesita ser revisado de vez en cuando. El aceite del coche debe cambiarse cada 15 000 km. Por supuesto, si lo desea puede recorrer incluso hasta 150 000 km con un solo llenado de aceite, pero esto implicará que la caja de cambios se desgaste por la fricción. El movimiento de un reloj no dejaría de ser una caja de cambios donde la fricción también se reduciría con lubricantes. Esto, por tanto, muestra que revisar regularmente su reloj es indispensable si se quiere disfrutar de él durante mucho tiempo. Así pues, se recomienda que como máximo a intervalos de entre 5 y 7 años se debería aplicar una «microgota» de aceite a los cojinetes para humedecerlos. Incluso es aconsejable también que algunos osciladores rápidos (por ejemplo, el Zenith El Primero) sean revisados a intervalos más cortos.
¿Cómo se realiza una revisión?
Lo primero que hago antes de empezar la revisión es obtener un presupuesto de reparación. Para ello, hay que analizar el reloj de cerca: ¿Cómo se encuentra la caja? ¿Cuál es el estado de la correa? ¿Cómo se encuentra la hebilla? ¿En qué condiciones está la esfera?
A continuación creo un primer diagrama con el cronocomparador que me muestra qué valores todavía produce el reloj. La mayoría de las veces, esto ya me permite deducir algunos puntos concretos que identifico más de cerca cuando abro la caja y examino el movimiento. Observando el movimiento, puede averiguar si está sucio o no, si hay algún residuo en él, si hay algo suelto o alguna pieza está oxidada. Después de todos estos pasos, por lo general, ya puedo hacer más o menos un presupuesto bastante fiable.
1. Desarmar el movimiento
Una vez tengo luz verde, inicio inmediatamente la reparación. Primero quitamos el movimiento para luego pasar a trabajar con él. Poco a poco vamos viendo qué tipo de avería tiene el reloj. Es muy importante primero destensar la espiral del movimiento para evitar, así, que durante la labor no se disgreguen de golpe todas los engranajes por el taller. Esto haría muy complicado volver a armar el movimiento tal y como estaba.
2. Cleaning the Movement and Watch
Todas las piezas se pasan por una máquina de limpieza diseñada para ello. Además, se usan diferentes tipos de baños con diferentes líquidos limpiadores. Cada uno de estos baños dura unos 45 minutos y sirven para higienizar por completo el movimiento de toda suciedad y aceites viejos. Mientras tanto, trabajo en la caja y la correa. De nuevo, aquí, el primer paso es la limpieza. En principio, esta fase de saneamiento sería el último paso. Si el cliente desease algún tipo de renovación, como por ejemplo, mantener un cierto look vintage, se iniciará una vez acabada toda la limpieza. De hecho, en algunos modelos vintage, el pulido de la caja o de la correa puede incluso reducir el valor del reloj, ya que provocaría una desviación de su estado original.
Si el cliente desea una revisión completa, serán muchas las tareas que realizaré: pulir, lijar, volver a pulir, retocar algo, tal vez reemplazar un pasador. Después se pasan también la caja y la correa por un baño de ultrasonidos. Una limpieza de estas características es importante porque con el tiempo la suciedad se va acumulando, por ejemplo, entre los eslabones de la correa o en la caja. Desde el exterior toda esta suciedad no suele ser visible, pero esto no deja de ser antihigiénico. Por lo tanto, recomiendo limpiar los brazaletes de metal en un baño de ultrasonidos al menos una vez al año.
3. Ensamblaje del movimiento y el reloj
Una vez llegados a este punto, se debe ensamblar el reloj paso a paso: primero el tren de ruedas, luego la espiral, el escape y el sistema de oscilación del volante. Además, voy lubricando y engrasando al mismo tiempo las partes relevantes, si fuera necesario. Después se montan la esfera y las agujas y finalmente se vuelve a instalar todo en la caja. Asimismo, si lo requiriera la situación, las juntas de estanqueidad también puede ser reemplazadas.
4. Comprobación de las funciones
Para terminar, compruebo el funcionamiento del reloj con el cronocomparador. Mis clientes valoran la precisión por encima de todo. Por supuesto, esto diferirá dependiendo de si pasa el día en un escritorio de la oficina o trabajando con el taladro durante ocho horas seguidas, ya que cada movimiento del brazo afecta a la forma de funcionar del reloj. Estos factores pueden ser incorporados en el proceso de prueba.
Sin embargo, la parte que más tiempo consume es probar la reserva de marcha de los relojes automáticos. Para ello, tenemos las vitrinas movimiento (la versión para taller en la cual caben 50 relojes a la vez es diferente de la versión bonita que se conoce para casa). Dejamos el reloj dentro de la vitrina durante un día y luego vemos si la función automática actúa correctamente. Después comprobamos la duración del reloj. Por supuesto, verificamos esto más de una vez, hasta dos o tres veces para ver que todo está realmente bien. Al final, todo este proceso de comprobación puede tomar hasta una semana y media en total.
Revisión de modelos vintage
Como ya se ha indicado, hay algunas diferencias importantes en cuanto al proceso. Esto también sucede con las piezas de repuesto. Para los modelos más nuevos normalmente las piezas se consiguen bien. En cambio, para los modelos vintage esta búsqueda puede ser más difícil. Por esta razón, es importante que el relojero de cualquier seguidor de los modelos vintage tenga una gran red de distribuidores de piezas de repuesto.
Sin embargo, esto no significa necesariamente que la revisión de un reloj vintage sea más cara. Por regla general, una revisión en su relojero suele ser más barata que directamente en el fabricante. Además, los relojes Rolex con más de 40 años de antigüedad ya no son revisados por la propia empresa Rolex en Alemania. La revisión y la reparación se llevan a cabo en Suiza y este servicio puede llegar a costar una cantidad que asciende al rango de cinco dígitos.
Comentarios finales sobre la revisión
Una revisión adecuada debe incluir una extensa fase de pruebas. Esto significa que una revisión puede llevar de 3 a 4 semanas en total. En caso de que el servicio requiera de piezas de recambio especializadas, puede incluso tardar más. El coste puede variar dependiendo del modelo y del cálculo del relojero. Sin embargo, para un reloj «normal» de cuerda manual, el precio suele ser unos 150 euros. En principio, mi consejo es pedir siempre un presupuesto por adelantado. Normalmente, esto es gratuito e incluye una descripción detallada de los pasos.
Una manera fácil para identificar si se ha llevado a cabo una buena revisión es, por ejemplo, ver si el reloj está funcionando con precisión (aunque esto depende del movimiento, en principio no debería de producirse una desviación de más de 10 segundos por día). En mi opinión, siempre es importante que el cliente regrese a casa satisfecho con su reloj.
