Este va a ser un debate acalorado. Ambos relojes son rectangulares, para vestir, y tienen lazos históricos muy fuertes. En el presente artículo, trataré de llegar al fondo de este enigma y añadir algunos de mis propios pensamientos a la mezcla. Cualquiera que sea el resultado, ambos relojes merecen el mayor de los respetos y están a la altura de cualquier evento, desde una celebración casual de fin de semana, hasta una reunión de la junta de directores. Antes de empezar, vamos a recordar la historia de estos dos grandes relojes de vestir.
Los orígenes de dos relojes de leyenda
En 1918, el fabricante francés de joyas y relojes Cartier regaló un pequeño reloj rectangular de oro a un general estadounidense llamado John Joseph Pershing. Ese reloj fue bautizado como el Tank. El nombre se inspiró muy probablemente en los tanques de la Primera Guerra Mundial. El Tank inicialmente no tenía lujos tales como aguja segundera u otras características, se limitaba a mantener una líne pura y limpia. Esto se consiguió en parte gracias al estilo “todo en uno” que aún prevalece en los relojes Tank. Por ejemplo, la correa era casi de la misma anchura que el reloj en sí, y por lo tanto aportaba un aspecto de continuidad que no se encontraba en otros relojes de pulsera o relojes del bolsillo de aquel entonces.
Los Tanks de hoy siguen más o menos las mismas líneas de diseño, pero aportan su propio espíritu, dependiendo de la colección. La Tank Louis Cartier es la colección más tradicional y más cercana al reloj Tank original, mientras que colecciones como la Tank Anglaise, Tank Américane y la Tank Française añaden sus propios toques distintivos. Por ejemplo, la colección Américane destaca con su forma estilizada y la Anglaise incorpora una corona dentro de la línea de la caja.
El otro contendiente en esta pequeña comparación tiene orígenes anglo-hindúes y se ha elevado hasta convertirse en una de las siete maravillas del mundo del reloj, y con razón. El Reverso de Jaeger-LeCoultre fue el producto de varias peticiones de caballeros ingleses estacionados en la India a principios del siglo XX. Se dice que su problema era que los relojes de muñeca se dañaban constantemente a consecuencia de los repetitivos golpes propinados por accidente durante partidos de polo o caídas del caballo. Se pusieron en contacto con representantes de una pequeña empresa suiza, Jaeger-LeCoultre, y les preguntaron si podían ayudarles a minimizar las atrocidades causadas a sus relojes por las mazas de polo.
Y lo hicieron: su idea era crear un reloj que se pudiera girar para ofrecer el fondo de la caja al mundo exterior, protegiendo así el frágil cristal y resolviendo los problemas de muchos aristócratas. Sin duda algunos de esos caballeros siguieron llevando un Cartier convencional hasta romperlo en pedazos, pero cuando vieron los relojes reversibles de sus amigos, se unieron a la nueva moda. Hasta el día de hoy, Jaeger-LeCoultre organiza muchos eventos durante todo el año que tienen que ver con la práctica del noble deporte del polo. También han lanzado una edición limitada del Reverso en oro amarillo de 18 quilates celebrando su relación con Cowdrey Park —la catedral del polo— en Inglaterra. Existen solo dos ejemplares del Cowdrey Park Reverso, y Jaeger-LeCoultre no tiene planeado construir ni uno más.
Similares, pero diferentes
Vamos a la comparación: materiales aparte, los precios son relativamente iguales para ambos relojes, pero el oro o el platino suben naturalmente el coste final de cada modelo. Ambos relojes dejan satisfecho a todo entusiasta de la relojería que también sea aficionado a la arquitectura. El Reverso está inspirado en el diseño Art Deco, mientras que el Tank presenta un estilo más eduardiano. En términos de diseño, no hay absolutamente ningún adorno en el Tank, excepto quizás el cabochon en la corona. La forma de la caja y el diseño de la esfera se han mantenido tan fieles a la estética original y precisos en su fabricación. La razón más probable por la que el Tank actual a menudo tiene un calibre de cuarzo en lugar de uno mecánico se reduce a una cuestión de precisión o conveniencia.
El Reverso, por otro lado, tiene algunos adornos, pero moderados. Por ejemplo, las tres bandas alrededor de la mitad superior e inferior pueden haber sido inspiradas por el Empire State Building. La esfera sigue siendo brutalmente simple e incluso se abstiene de complicar su estética con una ventana para la fecha en la mayoría de los modelos. En el Reverso el movimiento es mecánico. Promete calibres robustos y de confianza, tanto manuales como automáticos.
Mi elección personal tiene que ser el Reverso. ¿Qué puedo decir? ¡Me atrae fuertemente cualquier cosa Art Deco! El Reverso promete ser una pieza de historia relojera fantástica a dejar en herencia algún día. De hecho, el reverso de la caja es un espacio ideal para el grabado de algún mensaje personal. Para aquellos que realmente disfrutan de diseño de estilo antiguo y no se sienten demasiado atraídos por los movimientos de cuarzo, el Tank es probablemente la mejor opción ahora mismo. Nadie les va a juzgar, son dos de los relojes de leyenda más grandes de todos los tiempos.
