El coleccionismo de relojes es una afición muy sentimental. Tendemos a idealizar ciertos modelos y estos a menudo se convierten en una colección de emociones y recuerdos. Además, estas colecciones rara vez se construyen teniendo un presupuesto global en mente. Más bien, lo que normalmente hacemos es asignar un presupuesto a un reloj determinado en lugar de tratar de repartir una cantidad de dinero entre varias piezas.
No obstante, como experimento puede ser un buen ejercicio intentar reunir una colección de relojes imaginaria dentro de los límites de un presupuesto concreto, para poder juntar tantos relojes como sea posible sin perderse completamente en la gama alta del mercado. Al fin y al cabo, un presupuesto realista obliga a ser creativo. Enumerar una lista de excepcionales ejemplares vintage y rarezas modernas es relativamente fácil, pero ser pragmático y realista es un poco más complicado. Así pues, siguiendo todo lo explicado, voy a mostrarles una colección con un presupuesto de 24 000 $. Es una suma de dinero ideal para que dé juego a la hora de elegir los relojes, pero no la suficiente para que sea una tarea tan fácil. Así que, sin más dilación, permítanme adentrarme en mi soñada colección de relojes de 24 000 € para 2024.
Tudor Black Bay Fifty-Eight (aprox. 3200 €)
Durante el proceso de selección de esta colección, me estuve preguntando para qué quiero los relojes que poseo, o al menos que «poseo» en este contexto. Soy una persona a quien le gusta vestir de manera informal todo el tiempo, por tanto, una de mis primeras necesidades es que cualquier reloj me sirva para casi cualquier evento o que se pueda combinar con cualquier atuendo, y que no me haga sentir fuera de lugar. El primer reloj que me viene a la mente y que satisface esa necesidad es el Tudor Black Bay Fifty-Eight en azul. El Black Bay Fifty-Eight, un reloj de buceo de inspiración vintage con brazalete de acero inoxidable, es el paradigma de reloj versátil apto para cualquier lugar y situación.
Este modelo combina con todo, vaqueros y camiseta, traje y corbata, bañador en la playa… Nunca desentona y eso es algo que admiro. No quiero decantarme por un reloj de vestir. El Black Bay Fifty-Eight no es exactamente un reloj de vestir aunque la variante negra podría funcionar como tal, ya que es más adecuada para eventos formales. No obstante, prefiero decantarme por la versión en azul, con sus detalles plateados, ya que supera a la fauxtina que ofrece la variante en negro, y en realidad, no asisto a tantos eventos formales. En resumen, el azul es el adecuado para mí. Tiene un aspecto un poco más moderno, pero sigue teniendo raíces en la estética vintage, al tiempo que ofrece la impresionante calidad de manufactura de Tudor. Esto es aún más impresionante dado el rango de precios en el que se mueve —alrededor de 3200 € en el mercado secundario—. Sin duda, este modelo debe estar en mi colección.
Rolex Oyster Perpetual 41 mm Coral Dial (aprox. 16 200 €)
Como ya he mencionado, doy mucha importancia a los relojes que puedan adaptarse a cualquier situación, por lo que creo que un solo reloj GADA no es suficiente para esta colección. Voy a elegir un segundo reloj, preferiblemente de gama más alta que el Black Bay Fifty-Eight. Tras deliberar entre varios relojes, me he decantado por el Rolex Oyster Perpetual 41 mm en color rojo coral. He tenido la suerte de probarme este reloj unas cuantas veces, y siempre ha estado en lo más alto de mi lista de deseos desde la primera vez que lo probé. No puedo describir por qué me gustó tanto, aparte del hecho de que simplemente me sentí muy bien al llevarlo. Y cuando tienes esa sensación con un reloj, algo significa.
Cuando Rolex descatalogó la esfera rojo coral me rompió el corazón. No obstante, eso no ha impedido que continúe encantándome y sigo queriendo uno. Actualmente, tengo la variante de esfera verde, pero la roja es mi siguiente objetivo. La esfera es atrevida y brillante, pero no tanto como la amarilla o la azul Tiffany, que también son estupendas. Este modelo, con un valor de mercado de alrededor de 16 200 €, se come una gran parte del presupuesto que nos queda, 20 800 €. Sin embargo, creo que a veces hay que tirar la casa por la ventana. ¿Hay opciones más razonables por menos dinero? ¿Me emocionarán tanto como el OP41 en color coral? Probablemente no, así que esta es la opción.
IWC Chronógrafo IW3706 (aprox. 4000 €)
Con los 4600 € que nos quedan más o menos, tenemos que ser prudentes con los relojes que elegimos. Por supuesto, podríamos llenar la colección de G-Shocks y relojes de pequeñas marcas independientes, pero personalmente prefiero tener una colección más pequeña con piezas que me conmuevan y no llenar por llenar.
Dicho esto, me decanto ahora por uno de los relojes más infravalorados del mercado de relojes neovintage: el IWC Pilot Chronograph ref. IW3706. Se trata de un reloj de aviador de la década de 1990 que, con su gran caja, el diseño utilitario de su esfera y su discreto acabado, es un reloj descaradamente funcional. Asimismo, la mayoría de los ejemplares con esfera de tritio han adquirido una pátina impresionante en sus marcadores horarios, y no puedo evitar que me encante su aspecto, especialmente en los brazaletes de acero inoxidable que llevan algunas versiones. Creo que más pronto que tarde caerá un IW3706 a mi colección personal.
Omega 1987 Art Collection 40 mm en cerámica (aprox. 800 €)
Aunque teóricamente estamos por debajo de los 600 euros, me gustaría tomarme la libertad de salirme unos cientos de euros del presupuesto, por una buena causa. Creo que mi decisión no defraudará. Tras haber elegido una mezcla de relojes modernos y neovintage, me gustaría añadir al menos un reloj vintage original a mi selección. Por eso he elegido uno de los más infravalorados del mercado, el Omega Art Collection.
La Art Collection fue lanzada en 1986 como una de las primeras colecciones de la historia con relojes de cerámica (creo que fue el segundo). Fue un proyecto colaborativo de edición limitada por el que Omega encargó a varios artistas la creación de obras de arte para colocarlas en el fondo de la caja de 999 piezas, cada una con el nombre del artista. Algunos de los nombres que aparecieron son Max Bill, Richard Paul Loshe, Camille Graeser, Paul Talman. Sin duda, la Art Collection es una de las colecciones de edición limitada más chulas del mercado, y a 800 € las variantes grandes de 40 mm, creo que es una ganga.
En resumen
Con un total final de unos 24 200 €, creo que mi colección podría expresar todo lo que deseo en un puñado de relojes. Así pues, desde la utilidad y el lenguaje de diseño informal del Oyster Perpetual y el BB58 hasta la herencia y robustez del IWC ref. IW3706, todas mis necesidades estarían perfectamente cubiertas. Asimismo, el Omega Art Collection serviría como la pieza perfecta de exuberancia inusual para dar a mi colección un toque distinto y hacerla verdaderamente mía.
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