La serie de modelos Seamaster se encuentra en el catálogo de Omega desde 1957. Eso es casi hace media vida humana. Sin embargo, como reloj de buceo profesional, el Seamaster hizo un poco tarde. Así pues, Blancpain presentó su Fifty Fathoms en 1953 y Rolex, el Submariner, solo un año después. Mientras que el Blancpain Fifty Fathoms tiene una existencia discreta en este triunvirato, el Submariner y el Seamaster, mucho más populares, siempre han estado en competencia directa. Como usuario de un Seamaster, seguro que se ha enfrentado a esta decisión en algún momento: ¿este o un Sub? Desde un punto de vista puramente técnico, el Seamaster no es en absoluto inferior al Submariner, sino todo lo contrario. Pero cuando se trata de prestigio y reconocimiento, la marca de la corona naturalmente —y como siempre— va por delante.
Rolex siempre ha tenido también los precios más altos. Desgraciadamente, a menudo inflados por la especulación derivada de los variados buscadores de fortuna. En cuanto a costes, es como comparar un Mercedes-Benz S 500 con un coche de gama media de Audi. Es de suponer que a usted también le gustaría llevar un reloj de la manufactura ginebrina, pero la diferencia entre el precio y las prestaciones fue lo que provocó que, sin poder evitarlo, se decidiera por la firma de Biel: Omega. Ahora posee un gran Omega, pero no podrá experimentar que todo el mundo le mire de manera envidiosa ni fardar de millonario.
¿Qué tipo de Seamaster es usted? ¿Más bien un James Bond o tal vez uno de estilo aburrido? Vamos a echar un vistazo a su carácter.
300M Quarz: ¿es realmente un Seamaster?
¿Usted es de los que posee y le gusta lucir el primer modelo Bond Seamaster 300M (Ref. 2541.80.00) de la película de 1995 GoldenEye? Entonces, probablemente se habrá dado cuenta de que lleva un reloj de cuarzo en la muñeca. Para muchos puristas de la mecánica y fans de Bond, esto es un sacrilegio. Solo cinco años antes, Timothy Dalton en Licencia para matar llevaba en su muñeca un reloj Bond como Dios manda: un Rolex Submariner 16610, por supuesto con movimiento automático de manufactura certificado como cronómetro. Y qué nos encontramos después: un reloj azul de la segunda serie con un calibre de cuarzo ETA. Además, ostenta un aspecto conservador típico de los años 90 que quiere parecer más o menos deportivo. Hay que dar las gracias de todo esto al antiguo jefe de Omega, Jean-Claude Biver. Desde entonces, la serie Seamaster 300M apenas ha evolucionado, e incluso sus innumerables sucesores no pueden deshacerse de la influencia del buen gusto de los años 90 gracias al bisel de tuerca y al brazalete de cinco filas con acabado brillante.
Como tipo de usuario pragmático y frío, naturalmente no acepta esta crítica y sigue llevando estoicamente su ejemplar una y otra vez. Al fin y al cabo, el reloj lleva dos décadas funcionando sin que usted tenga que pagar unos costes de revisión desorbitados que superarían el valor residual del reloj. El reloj, además, lució en la muñeca del elegante Bond de Pierce Brosnan hace casi 30 años. Puede que no sea tan inteligente, elocuente y valiente como Bond, pero casi. Sin embargo, antes de que este sueño se haga realidad, debería buscar un digno sucesor del Seamaster con certificación METAS para los hombres de verdad. ¿Qué tal la siguiente referencia?
Seamaster 300M No Time to Die: descubre el Craig que hay en ti
Omega lo ha hecho todo bien en términos de marketing y distribución de productos durante las últimas décadas. Mientras que Sean Connery, Roger Moore y compañía llevaban un Rolex casi por casualidad, Omega ha sido el socio oficial del superagente secreto británico durante muchos años. Por ello, no es de extrañar que varias ediciones especiales 007 del Seamaster hayan salido ya de la manufactura de Biel. Enumerarlos todos aquí iría más allá del alcance de este artículo, así que simplemente vamos a analizar más de cerca a su modelo Bond: la referencia 210.92.42.20.01.001 No Time to Die.
Mientras que muchos de los que lucen el primer Bond Seamaster GoldenEye quizás no asocien más el reloj con el agente secreto y se pondrían cualquier modelo de la serie en su muñeca, usted ha ido específicamente a la caza de este modelo: su modelo. Usted es, por tanto, fan de Bond desde que tiene memoria. Incluso de niño, se sentaba embobado frente al televisor viendo como Sean Connery haciendo de James Bond capturaba al Dr. No la enésima vez que echaban la película en televisión. Al terminar de verla, se sentía fuerte e imbatible como el protagonista: ¡se había convertido en Bond! A lo largo de los años, con películas cada vez más elaboradas, los Broccoli, productores de películas, y Omega le han convertido literalmente en adicto a su droga cinematográfica preferida: 007.
Quizá sepa que Omega ha desempeñado un papel muy importante en las películas de Bond. No obstante, no fue hasta que Daniel Craig empezó a interpretar al apasionado bebedor de martinis que el Seamaster no empezó a popularizarse de verdad. Craig: nervioso pero guapo, duro e inteligente, encantador y cínico. Estas son, a grandes rasgos, las cualidades con las que usted también se identifica y utiliza para describirse a sí mismo. Unas características que enamoran a cualquiera. Cuando decidió comprar este modelo, ya estaba cerca de conseguir esta imagen, lo único que le faltaba era el reloj a juego para acompañar a su desmesurada confianza en sí mismo. Este modelo presenta: 300 m (30 bar) de resistencia al agua, 42 mm de tamaño, caja de titanio, movimiento con certificación METAS con escape coaxial y, lo que es más importante, la «broad arrow», punta de flecha que apunta hacia arriba, en la esfera y el fondo de la caja, que indica que el reloj es propiedad del Gobierno británico. Viendo esto tiene razón cuando se pregunta por qué se ha gastado unos 8000 euros en un reloj que aparentemente ni siquiera le pertenece.
Aqua Terra: ni carne ni pescado
¿Se ha decidido a comprar un Seamaster Aqua Terra 150M? Entonces es usted una de esas personas a las que les cuesta decidirse entre dos opciones y suele poner de los nervios a quienes le rodean. Todo comienza con decisiones que teóricamente debería ser más sencillas. En un restaurante, por ejemplo, se le puede reconocer por el hecho de que mira exhausto el menú durante unos 30 minutos. A instancias de sus amigos, se decide dubitativamente por la pizza X o Y y se lo dice al camarero, que lleva esperando su decisión una eternidad. Justo cuando está a punto de pedir, se levanta de un salto, se corrige a sí mismo y se decide por la pasta. ¿Fue una decisión acertada? Las decisiones más importantes son aún más complicadas. ¿Vacaciones junto al mar en el Atlántico o senderismo en Estiria? Al final terminó yéndose de acampada.
Uno puede imaginarse cómo de agitada tuvo que ser la elección de su Seamaster Aqua Terra. En un principio, quería desesperadamente conseguir un reloj cuya función le hiciera papel, pero no podía decidirse por nada concretamente. En realidad, le gustan mucho los relojes de buceo, pero nunca va a bucear, entre los cronógrafos también hay muchos modelos bonitos, pero no es para nada de los que se dedique a parar y activar el tiempo. Función GMT: muy práctica, pero rara vez está fuera de la zona horaria de Europa Central, etc. Frustrado, se dio cuenta de que simplemente no hay ninguna función adecuada para usted, aparte del sencillo y típico indicador de la hora junto con la fecha. Así pues, empezaron de nuevo los problemas para decidirse y no dejó de mirar escaparates de distribuidores. Después de haber luchado durante mucho tiempo con el presupuesto, estaba claro que no iba a poder conseguir un Rolex, como un Oyster Perpetual. Breitling: para nada. ¿Tal vez un TAG Heuer, Longines o una alternativa al Rolex, como un Tudor? Tras meses de investigación y asesoramiento, el distribuidor pudo finalmente convencerle con el Omega Aqua Terra 150M. El reloj resistente al agua de 150 m (15 bar) para vegetarianos. Al final: ni carne ni pescado. Incluso en la película de Bond Spectre un Aqua Terra solo pudo desempeñar un papel secundario junto al Seamaster 300. ¿Fue realmente su decisión la correcta?
Planet Ocean 600M: a la espera del Ultra Deep
Aunque pase la mayor parte de su vida en la oficina, en el coche o haciendo barbacoas, no se podía permitir un Seamaster 300 corriente: ¿qué podría pasarle al reloj si estando con su hijo se cayera a esa piscina que tiene en la parte delantera del jardín de su chalet y que tiene un césped tan bien cuidado gracias a su maquinaria? Para tal eventualidad, usted ha decidido adquirir un Omega Seamaster Planet Ocean 600M, porque como persona tan obsesionada en la seguridad, prefiere que esté todo atado y bien atado. Se alegra al saber que su modelo está equipado con una válvula de helio sobredimensionada. Esto posibilita que las moléculas de helio salgan de forma segura de su diver, que incluye una resistencia al agua de 600 m, y a la vez que usted pueda explorar las profundidades de su piscina de 80 cm de profundidad. Esto le convierte, sin lugar a dudas, en todo un profesional del buceo por saturación.
Además de la alta resistencia al agua y de la válvula de helio, también era importante para usted a la hora de elegir su Planet Ocean que se distinguiera visualmente del resto de los Planet Ocean. Para que el reloj tenga una presencia imponente en su muñeca, ha elegido la referencia 215.30.44.21.04.001 de 43.5 mm y 16.5 mm de grosor, con esfera blanca y bisel naranja. A pesar de que su muñeca es de solo 17 cm, lo que hace que este modelo con forma de lata de Coca-Cola quede bastante grande en su muñeca, le servirá muy bien como pesa de plomo para sumergirte mejor en el buceo.
Hace algún tiempo leyó que Omega iba a lanzar un nuevo Planet Ocean. Cuando se enteró de que el Planet Ocean Ultra Deep sería resistente al agua hasta unos increíbles 6000 m (600 bar), le saltaron las lágrimas. Finalmente podrá cambiar su piscina de 80 cm de profundidad por una de 160 cm. Junto con su O-Megasteel de 45 mm y más de 18 mm de grosor, podrá retirarse felizmente al mundo submarino de su jardín. Solo debe tener cuidado de que los huesos, radio y cúbito, no sufran ninguna fisura.
