Blancpain y A. Lange en el Kremlin, Rolex en la Casa Blanca
Empecemos con dos de los hombres más poderosos del mundo: Vladimir Putin y Donald Trump. El presidente ruso es especialmente conocido por su exclusivo gusto por los relojes. Su extensa colección incluye piezas de Patek Philippe, IWC, Breguet, A. Lange & Söhne y Blancpain. Muy a menudo se le ve lucir el Blancpain Aqua Lung Grande Date. Además, se sabe que una vez, sorprendiendo a todo el mundo, regaló a un obrero ruso este reloj de buceo de 11 000 €. Esto sucedió en 2009 cuando Putin visitó una fábrica de armamento en Siberia y un cerrajero le pidió un recuerdo.
Sin embargo, probablemente el reloj más caro de la colección de Putin es el Tourbograph Perpetual «Pour le Mérite» del fabricante de relojes de lujo de Glashütte A. Lange & Söhne. Este reloj de platino incluye un calendario perpetuo, un cronógrafo ratrapante y un tourbillon. Se produjeron un total de 50 copias de esta obra maestra por un precio de cada pieza de algo menos de 500 000 €.
A diferencia de Putin, el presidente de los EE.UU. Donald Trump, no es conocido por lucir muchos relojes. A pesar de esto, en 2005 lanzó la colección Donald J. Trump Signature Collection, aunque fue retirada del mercado menos de doce meses después porque no tuvo éxito. Así y todo, con frecuencia se le ve con un Vacheron Constantin Historiques Ultra Fine 1968, un reloj de pulsera muy plano (5.5 mm) con una caja cuadrada de oro rosa. Además, también posee un Rolex Day-Date de 36 mm de oro amarillo y con la legendaria correa del presidente.
Fidel Castro también tenía este popular reloj. El revolucionario cubano era amigo del relojero ginebrino y le gustaba usar tanto el Day-Date como también el Rolex Submariner, a menudo incluso los dos juntos.
Las mujeres más influyentes prefieren relojes de forma
No puede decirse que Angela Merkel, una de las políticas más influyentes del mundo, a diferencia de Trump y Putin, posea relojes de lujo. Durante años, la Canciller ha estado usando un reloj de cuarzo de Boccia Titanium, una filial de la empresa Tutima Uhrenfabrik. Este reloj está elaborado con titanio, incluye una caja rectangular y cuesta menos de 100 €.
Christine Lagarde, ex ministra de Hacienda francesa, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) y quizás en un futuro próximo presidenta del Banco Central Europeo (BCE), también muestra cierta pasión por relojes con caja rectangular. Sin embargo, a diferencia de Merkel, Lagarde está dispuesta a pagar un poco más por sus relojes. Su reloj más conocido es el Patek Philippe Twenty~4, un reloj de acero inoxidable de casi 9000 € con movimiento de cuarzo, brazalete de acero inoxidable integrado y diamantes en la caja y la esfera. Además, esta política de 63 años, también posee un Bulgari Assioma D. Lagarde, con este reloj, se mantiene fiel a su estilo ya que el Patek y este son muy parecidos. Además, en ambos casos se trata de relojes de forma con brazalete de acero inoxidable integrado, engaste de diamantes y accionamiento de cuarzo.
El Dalai Lama: relojero aficionado
Los líderes religiosos también muestran interés por los relojes de lujo. El Dalai Lama, por ejemplo, siempre ha mostrado desde su juventud fascinación por los relojes mecánicos. A la edad de siete años, el entonces presidente de los EE.UU., Franklin D. Roosevelt, le obsequió con un reloj de bolsillo Patek Philippe 658. Desde entonces, ha sido un coleccionista entusiasta de relojes. A menudo incluso repara sus propios relojes él mismo. Se dice que su colección comprende ahora unos 15 relojes, la mayoría de los cuales son Rolex. Sin embargo, no está claro exactamente de que modelos se trata, ya que es difícil traspasar la impermeabilidad que los budistas tibetanos mantienen en relación a este tema. Tanto es así, que incluso llevan sus relojes en la parte interior de la muñeca para que la marca y el modelo permanezcan ocultos. Lo que es seguro, sin embargo, es que el famoso religioso de 83 años de edad, el Dalai Dama, posee al menos un Rolex Datejust y un Rolex Day-Date.
En el Vaticano también existe un cierto interés por los buenos relojes. El Papa Juan Pablo II solía usar un Rolex Datejust dorado. Su sucesor, el Papa Benedicto XVI, sin embargo, muestra su pasión por el Junghans de los años 60. El reloj perteneció en el pasado a su hermana y pasó a sus manos después de su muerte en 1991. Tras convertirse en Papa, el político Volker Kauder, del partido demócrata cristiano alemán CDU, le regaló un Tempus Automatic de Erhard Junghans en nombre de dicho partido.
Las preferencias del actual Papa Francisco son mucho más austeras y opuestas. Su reloj preferido es un Swatch Once Again de 49 €.
El Patriarca Cirilo I, jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, fue criticado en 2012 por su reloj. El clérigo no tuvo más remedio que admitir que poseía un Breguet Réveil du Tsar de 30 000 € después de que apareciera una foto donde se notaba que se había retocado el reloj. Tuvo la mala fortuna que en la foto olvidaron eliminar el reflejo que producía en la superficie de la mesa, por lo que se descubrió la manipulación. Sin embargo, Cirilo I, que ha sido criticado durante mucho tiempo por su estilo de vida excesivo, no mostró ningún tipo de arrepentimiento. Afirmó, simplemente, que era el dueño del reloj, pero que nunca lo usó.
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