Omega puede presumir de más de 170 años de historia salpicada de logros innovadores. Sin embargo, cualquier aficionado a los relojes asociará a Omega ante todo con el Speedmaster, el reloj que llegó a la Luna. Aunque es importante recordar este hito, la empresa suiza es mucho más que el reloj del alunizaje. Por lo tanto, para inaugurar la Semana de Omega, me gustaría poner en primer plano otras cuatro asociaciones importantes de Omega y los relojes resultantes. Nuestra primera parada será en el mundo del deporte.
Cuando cada milésima de segundo cuenta: los Juegos Olímpicos
Omega ha colaborado como cronometrador oficial de los Juegos Olímpicos y sus eventos paralelos desde 1932, cuando se asoció con los 10º Juegos Olímpicos de Verano celebrados en Los Ángeles. Enviaron 30 cronógrafos a la ciudad californiana, cada uno de ellos con una precisión de casi 1/10 de segundo y con una función de fracción de segundos, el pináculo de la tecnología relojera en aquellos tiempos. Para evitar resultados sesgados, varios jueces medían el tiempo de cada evento utilizando su reloj de bolsillo Omega. Estas medidas luego se sumaron y se dividieron para determinar un tiempo promedio.
Obviamente, los cronógrafos y relojes han evolucionado bastante desde entonces. Omega ha sido responsable de medir el tiempo en 28 Juegos Olímpicos hasta la fecha. Han sido testigos de numerosos momentos históricos en los deportes y han resuelto algunos resultados de carreras muy controvertidas. En 2004, Nick Hayek, CEO de Swatch Group, expresó lo que su función como cronometrador oficial significaba para Omega y para todo el Swatch Group: «El compromiso que tenemos con los Juegos Olímpicos es mucho más importante que poner nuestro nombre en una pantalla. Todas las compañías del Grupo Swatch comparten la filosofía del Movimiento Olímpico, que celebra la Humanidad por encima de cualquier otra cosa».
Omega crea regularmente ediciones especiales que conmemorancada Olimpiada, ciertos aniversarios o logros históricos significativos. Cada pieza es única en su diseño y propósito. Un ejemplo es el Omega Speedmaster Olympic Edition. Si bien su diseño básico es obviamente el del Speedmaster, el dial, las agujas y la caja han recibido el «tratamiento olímpico». La esfera es blanca (un guiño a los primeros relojes de bolsillo Olympic Omega con esfera esmaltada) y presenta el nombre y el logotipo rojo de Omega estampado. El contrapeso de la segunda manecilla del cronógrafo son los cinco anillos olímpicos, que también encontrará en el reverso de la caja junto al logotipo de Omega y las palabras «Official Timekeeper». En definitiva, este es un reloj especial y difícil de encontrar.
En alta mar: acompañando a Sir Peter Blake
Además de patrocinar la Volvo Ocean Race, Omega se enorgullece de apoyar al equipo de vela suizo Alinghi y al Emirates Team New Zealand, que representa al Royal New Zealand Yacht Squadron. Sin embargo, el marinero más importante que ha recibido el apoyo por Omega puede haber sido Sir Peter Blake, uno de los fundadores y líderes del icónico equipo de carreras de Nueva Zelanda. La asociación de Omega con Sir Peter Blake comenzó en 1995. La unión resultó perfecta, tanto para él como para la empresa suiza.
Enumerar todos los logros de Sir Peter Blake requeriría un artículo mucho más largo que este. Lo más importante es que trabajó como marinero profesional, explorador e investigador, además de su labor como embajador ambiental para la ONU. Puso mucho esfuerzo en dar a conocer y promover la conciencia sobre los problemas ambientales que afectan a las aguas de la Tierra. Lamentablemente, Sir Peter Blake fue asesinado a tiros a la edad de 53 años después de que su equipo fuera atacado por piratas en el Amazonas en 2001. Aunque su vida fue demasiado corta, Blake dejó tras de sí un legado que perdura hasta hoy. Su éxito con el equipo de navegación de Nueva Zelanda lo convirtió en un nombre conocido y una figura querida por los neozelandeses de todo el mundo.
El resultado de la colaboración de Omega con Blake es el ahora icónico modelo Seamaster. Un clásico moderno, el Seamaster 300M combina perfectamente elementos de diseño vintage y moderno. El bisel, las manecillas de espada y los grandes índices luminosos son todos los detalles que esperaría encontrar en un Seamaster de la década de 1960. Sin embargo, la caja, la válvula de escape de helio a las 10 en punto y el patrón ondulado sobre el dial, confieren al Seamaster 300M un toque moderno. Luce igualmente atractivo con una correa de goma que con un brazalete metálico, y sin duda resultará útil a cualquier buceador o marinero. No es casualidad que Sir Peter Blake fuera elegido para representar este reloj a mediados de los 90. Curiosamente, el reloj resulta tan moderno ahora como lo era hace más de 20 años.
El despegue: creando conciencia sobre Orbis
Si usted no tiene problemas de visión, le resultará difícil imaginar la vida con problemas serios de vista, pero de ello se ocupa Orbis. Esta ONG se dedica a combatir la ceguera evitable. Uno de sus proyectos incluye el envío de su Flying Eye Hospital a todo el mundo. Ubicados dentro de un avión a reacción McDonnell Douglas DC-10, los médicos y enfermeras a bordo viajan a países en desarrollo para ayudar y capacitar a profesionales médicos locales. Esta gran causa se asoció con Omega en 2011. En la actualidad, las campañas de concienciación, como los documentales narrados por los embajadores de la marca Omega Cindy Crawford y Daniel Craig, atraen la atención sobre Orbis y su gran labor. Y, lo que es aún más importante, Omega ha creado tres relojes específicamente para Orbis. Una parte de las ganancias de cada venta se destina a esta increíble organización para que puedan continuar su beneficioso trabajo.
No importa cuáles sean sus preferencias en el ámbito de los relojes, Omega ha creado un modelo para cada gusto. La colección actual tiene opciones tanto para hombres como para mujeres. El modelo para hombre tiene un diámetro de 39.5 mm, una esfera azul intenso y viene con una correa de cuero o un brazalete de acero inoxidable. Por otro lado, en la línea para mujeres se puede elegir entre un modelo coaxial de 32.7 mm con una esfera blanca o un reloj de cuarzo de 27.4 mm con una esfera azul profundo, ambos con 8 índices de diamantes. Los tres modelos comparten detalles azules en el mismo tono que el logotipo de Orbis. Otro elemento común es el patrón de oso de peluche en el dial. Omega ofrece este cariñoso amigo a los pacientes más jóvenes de Orbis durante su tratamiento. En este modelo se pude ver un grabado del oso en el fondo de la caja.
En su búsqueda de un reloj Orbis, también puede encontrar la edición Speedmaster 38 con un calibre de cronógrafo coaxial. Este reloj tiene una esfera azul oscuro con subesferas y detalles azul Orbis. El osito de peluche es un poco más sutil en este modelo, jugando el papel del contrapeso de la manecilla del cronógrafo. Una vez más, este modelo también presenta un grabado del oso de peluche en la parte posterior de la caja.
Un hombre con una misión: James Bond
Quizás la colaboración más conocida de Omega, al menos desde mediados de los 90, sea con un personaje ficticio. Por supuesto, estoy hablando de James Bond, el famoso agente creado por Ian Fleming y al servicio de Su Majestad. Fleming combinó en Bond tanto sus propias características físicas como su personalidad, y le añadió las de otros amigos y conocidos del periodo en que sirvió en la Royal Navy durante la Segunda Guerra Mundial. James Bond es un hombre educado y atractivo, con un pasado misterioso. Está siempre impecablemente vestido, es elocuente y encantador, pero no tiene miedo de hacer lo que sea necesario para cumplir su misión. Desde Goldeneye(1995), 007 ha sido un usuario leal de los relojes Omega. La diseñadora de vestuario Lindy Hemming estaba convencida de que el Seamaster era el mejor reloj para satisfacer todas las necesidades de Bond. Ya sea el Seamaster Diver 300M, el Aqua Terra o el Planet Ocean, usa todos los relojes con clase y estilo, sin importar el riesgo de la situación.
El primer Omega que llevó James Bond (interpretado en aquel momento por Pierce Brosnan) era un hermoso Seamaster 300M de cuarzo con un bisel azul. Desde el estreno en 1997 de El mañana nunca muere, 007 lleva el mismo modelo pero con un movimiento mecánico. Ambas versiones tienen un diámetro de 41 mm y un bisel azul, manecillas de espada esqueletizadas y una esfera azul profundo con un patrón ondulado. Mientras que algunos prefieren los movimientos de cuarzo por su facilidad de uso, otros prefieren la complejidad de los movimientos mecánicos. Independientemente de lo que elija, ambos son relojes asombrosos y una gran incorporación a cualquier colección de relojes.
Ideas finales
La mayoría de las colaboraciones entre compañías de relojes y otras marcas o individuos solo duran unos años antes de desaparecer. Sin embargo, Omega rompe el molde con sus alianzas desde hace décadas. Esto se debe en gran parte al hecho de que Omega invierte tiempo en encontrar socios que personifiquen sus valores y tengan un respeto mutuo por el trabajo del otro. En mi opinión, la versatilidad de sus colaboraciones resulta también particularmente interesante. Más allá de la industria del entretenimiento, Omega busca iniciativas socialmente importantes que no siempre son las más rentables para la marca. Si prestamos atención a todo lo que hace esta marca, está claro que Omega es mucho más que el fabricante que envió un reloj a la Luna.
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