Dos pulsadores, tres subesferas, un montón de agujas… Casi todos los cronógrafos tienen una apariencia similar. Pero, ¿qué tienen de especial estos relojes tan populares y cómo funcionan exactamente? En este artículo de Chrono24 solucionamos sus dudas con claridad y sencillez.
¿Qué es un cronógrafo?
La palabra cronógrafo significa, literalmente, «escritor del tiempo» y se refiere a un reloj de pulsera con función de parada. Un cronógrafo, por tanto, permite medir intervalos de tiempo. También indica la hora y, a menudo, la fecha.
Además, muchos cronógrafos cuentan con una escala adicional para medir, por ejemplo, velocidades. La escala taquimétrica es la más adecuada para este fin y se puede encontrar en un gran número de modelos. En comparación, la escala telemétrica y el pulsómetro son mucho más raros. Los médicos solían utilizar estos últimos para medir la frecuencia cardíaca de sus pacientes. La escala telemétrica, por su parte, permite calcular distancias. Con ella puede saber, por ejemplo, cómo de lejos se encuentra una tormenta que se aproxima.
Así que el cronógrafo es como una herramienta multiusos. Por eso no es de sorprender que tantos entusiastas de la relojería posean al menos uno de estos prácticos relojes.
¿Cómo funciona un cronógrafo?
El funcionamiento de un cronógrafo es sumamente sencillo: un pulsador inicia y detiene la medición, el otro pone el contador a cero. En la mayoría de los casos, ambos pulsadores se encuentran en el lado derecho de la caja; el de inicio y parada a las 2 horas, y el que restablece el contador a las 4 horas.
El segundero central, es decir, la aguja trotadora, sirve para cronometrar los segundos y las fracciones de segundo. Los segundos «normales» se muestran en una subesfera con una pequeña aguja, denominada pequeño segundero o segundero descentrado. Si no desea realizar ninguna medición, puede dejar la función de cronógrafo desactivada sin problemas. Si los indicadores del cronógrafo se dejan correr de manera continua, el mecanismo del reloj se carga innecesariamente y las piezas se desgastan con más rapidez.
La mayoría de cronógrafos tienen otras dos subesferas adicionales destinadas a contar los minutos y las horas. Muchos cronógrafos permiten medir intervalos de tiempo de hasta 12 horas.
Sin embargo, algunos cronógrafos solo tienen dos subesferas. Estas suelen servir como segundero pequeño y contador de los minutos. Generalmente estos relojes miden intervalos de hasta 30 o 60 minutos.
Los cronógrafos con un único pulsador son bastante inusuales. En tales relojes, el pulsador se suele alojar en la corona y asume las tres funciones: inicio, parada y puesta a cero.
Flyback y ratrapante: los cronógrafos especiales
Los cronógrafos flyback y ratrapante ofrecen ventajas cruciales frente a los convencionales. El mecanismo flyback tiene su origen en la aviación militar y reduce el proceso de parada al hacer que no sea necesario detener la medición en curso. Es decir, se puede poner la aguja a cero instantáneamente con el segundo pulsador. En cuanto se suelta el pulsador, se empieza a medir de nuevo. Los pulsadores pasan de tener tres funciones a dos, o de cuatro a dos, si se cuenta el reinicio.
El cronógrafo rattrapante o con segundero desdoblado es otra peculiar complicación. Permite medir tiempos de vuelta o tiempos intermedios, por lo que se suele encontrar en los circuitos de carreras. La denominación «ratrapante» procede de la voz francesa rattraper, que significa «alcanzar» o «recuperar». Hace referencia a una segunda aguja contadora de segundos, destinada a medir tiempos intermedios. Cuando se pone en marcha un cronógrafo ratrapante, las dos agujas contadoras, que están superpuestas, empieza a correr de forma simultánea. Normalmente, la segunda aguja se puede desacoplar y detener mediante un tercer pulsador, de manera que solo sigue su curso una de las agujas. Si se acciona de nuevo este pulsador, la aguja que se ha detenido vuelve a alcanzar a la que está en movimiento inmediatamente.
El reloj multifunción
Los cronógrafos son auténticos relojes multiusos con los que se puede detener el tiempo y llevar a cabo numerosas mediciones. Por lo general, son muy fáciles de usar. Al ser tan prácticos y contar con un diseño tan funcional, se encuentran entre los relojes más populares.
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