En nuestra serie «Rostros de la industria» ponemos de relieve a los relojeros más extraordinarios del mundo. En este artículo nos centraremos en el japonés Hajime Asaoka. A pesar de ser autodidacta, ha creado varios relojes increíbles, y en la actualidad se le considera un experto en su oficio. Su repertorio incluye hasta tourbillones, la complicación relojera que quizá sea más difícil producir. Sumerjámonos en la historia de Asaoka para descubrir qué le inspiró a convertirse en un relojero de élite.
Hajime Asaoka nació en 1965 en la prefectura de Kanagawa, Japón. En 1990, con 25 años, se graduó en Diseño por la Universidad de las Artes de Tokio. Como diseñador de productos profesional, Asaoka siempre se ha resistido a ajustarse a la maquinaria corporativa. Por eso estableció su propia oficina de diseño en 1992. Comenzó diseñando muebles y dispositivos electrónicos. Como parte de su trabajo, también compuso revistas de moda, y durante ese proceso se familiarizó más con los relojes. Para 1997, había desarrollado una auténtica apreciación por la belleza de los relojes y comenzó a dedicar su tiempo libre a aprender a construir estas delicadas máquinas. Para financiar su nueva afición, siguió con su trabajo habitual como diseñador de productos; pero al final resultó que este sería el comienzo de una nueva carrera para él.
No obstante, surgieron varios obstáculos en su camino: no conocía a ningún relojero japonés que pudiese enseñarle, y no hablaba inglés lo suficientemente bien como para acudir a un relojero extranjero. Por suerte, sí que podía leer el suficiente inglés como para entender el libro de George Daniels sobre la elaboración de relojes, Watchmaking. Tras aprender los elementos básicos, se compró las herramientas necesarias en tiendas de bricolaje y subastas online en 2002. En su primera incursión de verdad, en 2005, colocó un movimiento Citizen en una caja de reloj elaborada por él mismo. Poco después, Asaoka comenzó a centrarse más seriamente en la relojería.
Para 2007, ya estaba trabajando en su segunda obra: un reloj con tourbillon. Esto es particularmente impresionante, pues la mayoría de los relojeros lo consideran la cúspide de la relojería. Sin dejarse intimidar, Asaoka demostró sus habilidades excepcionales y produjo tres prototipos. Finalmente, en 2011, creó el Tourbillon 1, que se convirtió en el primer modelo que vendió. Este reloj colocó a Asaoka en primera plana y le mereció su reputación de relojero rebelde y ambicioso. Sin embargo, esto no fue suficiente para él; aún hoy, sigue aspirando a mejorar constantemente y llevar las cosas un paso más allá.
La colección de Hajime Asaoka
Su colección de relojes actual consta de cuatro modelos principales. El primero y más famoso es el Tsunami, un reloj de 37 mm y tres agujas. La magia de este modelo se halla en el fondo de la caja, que revela una impresionante vista del movimiento, dotado de un enorme volante de 15 mm y un gran barrilete. Asaoka diseñó y produjo el movimiento él mismo en su taller de Tokio.
Su siguiente modelo es el Hajime Asaoka Tourbillon Pura. Como su nombre sugiere, Asaoka buscaba un diseño puro y limpio. Ambas caras del reloj están extremadamente ordenadas. El foco se sitúa en el movimiento, alojado en una caja de 40 mm. El calibre del Tourbillon Pura emplea una platina para mantener todos los componentes en su lugar, con lo que garantiza una mayor precisión. La jaula del tourbillon está fabricada en duraluminio A7075, una aleación ligera pero duradera que también se utiliza en la industria aeroespacial.
El tercer modelo, el Project T Tourbillon, también cuenta con esta complicación. Este reloj surgió de una colaboración entre Asaoka, Yuki Precision, de la industria aeroespacial, y OSG, un fabricante de herramientas de alta calidad. Su objetivo más ambicioso era crear un movimiento con 13 rodamientos de bolas, incluyendo el rodamiento de bolas más pequeño del mundo para el tourbillon. Estos rodamientos mejoran la resistencia a los golpes y el aguante del movimiento, lo que es especialmente importante en el caso de relojes con tourbillon.
El último modelo es el Hajime Asaoka Chronograph. Asaoka es un gran aficionado a los cronógrafos de las décadas de 1950 y 1960, así que solo era cuestión de tiempo que crease su propia versión. Su creación cuenta con una esfera abierta que permite al portador visualizar el mecanismo del cronógrafo en acción. El contraste de la ocupada esfera con el sencillo fondo de la caja muestra el enfoque poco convencional de Asaoka.
El estilo de diseño de Hajime Asaoka
Asaoka es el paradigma de la relojería independiente. Se ha ganado el respeto de toda la industria y sus seguidores, que le colman de alabanzas por su innovadora visión de la elaboración de relojes. Considerando sus orígenes, no debería sorprendernos que a la gente también le encanten sus diseños. De hecho, Asaoka admite que la mayoría de sus diseños de relojes están influenciados por el art déco. En una entrevista afirmó que el Tourbillon 1 recibía su aspecto de los extravagantes cupés Dalage y Delahaye de los años 30. Asaoka también ha mencionado que Albert Potter (un relojero americano que se trasladó a Ginebra a finales del siglo XIX) ha tenido una influencia fundamental en la concepción de sus relojes. Todo esto es un reflejo del espíritu independiente de Asaoka. Son estas personalidades extraordinarias, como Hajime Asaoka, las que hacen que la industria relojera sea tan apasionante. De hecho, necesitamos más personas como él, que sigan traspasando los límites de lo imaginable.
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