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Relojes militares: también adecuados para las misiones civiles
En el aire, la tierra y el agua: los relojes militares encuentran su aplicación en cualquier tipo de terreno. Son robustos, funcionales y los nuevos modelos son relativamente asequibles, mientras que los antiguos pueden alcanzar precios astronómicos.
La información más relevante sobre los relojes militares
- Robustos y legibles
- Los modelos más prestigiosos son el Rolex Submariner o el IWC Mark 11
- Amplia selección en al ámbito vintage
- Piezas de colección caras y exclusivas como inversión a largo plazo
- Amplia selección de modelos asequibles de uso diario
De uso profesional a objetos de culto
Los relojes militares deben ser sobre todo fiables y cumplir su propósito —nada más, ni nada menos—. Un fallo no puede comprometer su cometido ya que podría acarrear consecuencias sumamente graves. Los relojes militares prescinden de los extras y presentan solo características esenciales para su uso. Materiales como el acero inoxidable y el plástico predominan en las colecciones de este tipo de relojes, puesto que el oro es un material que incrementa considerable el valor. En este sentido, un reloj militar no debe resultar demasiado caro, ya que su objetivo es la venta de una gran cantidad de ejemplares para equipar a las tropas.
En cualquier caso, no existe una definición clara para un reloj militar. Esta es razón por la que algunos relojes se etiquetan como relojes militares a pesar que de originalmente fueron destinados para el uso civil. Por lo general, tienen características comunes, pero se han vendido en el mercado regular como cualquier otro.
IWC Mark 11: más de 30 años sirviendo a la Royal Air Force
Los relojes que realmente deben su existencia a la fuerza aérea, la marina o ejercito, son ejemplares sumamente raros. La mayoría de los fabricantes decidieron en aquel entonces añadirlos a su catálogo y, así, abrir el mercado al público en general. Un ejemplo es el reloj de piloto más prestigioso a nivel mundial, el Mark 11 de IWC. Creado en el año 1948 para adaptarse a las necesidades solicitadas por el ministerio de defensa británico, fue el primer reloj que sirvió a la Royal Air Force. Tanto IWC como Jaeger-LeCoultre se encargaron de equipar a los pilotos con el Mark 11. A principios de los años ochenta, la RAF los retiró poco a poco de su servicio. IWC continuó desarrollando la serie que empezó a incluir numerales romanos, sin embargo, su diseño se mantuvo relativamente fiel al original. El modelo de 2016 se llama Mark XVIII y se distingue por su purismo y excelente legibilidad. Características que, actualmente, no se reservan de manera exclusiva para los pilotos militares y su tripulación, sino que forman parte de la seña de identidad de la casa IWC.
Lo mismo ocurrió con el reloj de buceo más legendario del mercado. Blancpain desarrolló el Fifty Fathoms para el comando francés de buceo, Les Nageurs de combat. El Fifty Fathoms ofrecía un bisel giratorio unidireccional y compitió en el año 1953 con el Rolex Submariner por el título al mejor reloj profesional de buceo de la época. Blancpain continuó ofreciendo el Fifty Fathoms en versiones que basan su estilismo y funcionalidad en el modelo de 1953. Sin embargo, también existen modelos especiales fabricados en oro amarillo o blanco, así como variantes más lujosas engastadas en diamantes o alojando un tourbillon. De hecho, podría decirse que estos relojes solo tiene una cosa en común con aquellos relojes militares: el nombre.
La pieza secreta de los nadadores de combate
El Panerai Radiomir tiene una historia similar. En el año 1938, la marina italiana solicitó a Panerai la fabricación de un reloj de buceo altamente fiable y legible. La Marina Militare equipó a la unidad de combate de élite Gamma con el Radiomir. La existencia de este reloj se mantuvo en secreto hasta que en el año 1950, Panerai reemplazó la sustancia luminiscente radioactiva por un material inofensivo y cambió el nombre del reloj por Luminor. Actualmente, el Radiomir vuelve a estar disponible en el catálogo de la marca, por supuesto, con sus índices y agujas sin un recubrimiento radioactivo.
Otros dos prestigiosos relojes de buceo de la década de 1950 también fueron utilizados con fines militares: el Rolex Submariner y el Omega Seamaster 300. Sin embargo, el Submariner y Seamaster no fueron originalmente concebidos para el ejército. El Submariner ya había estado en producción durante cuatro años cuando el ministerio de defensa británico comenzó a buscar un buen reloj de buceo. Eligieron finalmente el modelo de la casa Rolex, pero no la versión regular, sino una con unos cambios especiales. La barra de metal para la correa se integró en la caja, y la correa se convirtió en una correa textil (NATO) para garantizar la sujeción. El bisel aumentó su tamaño y se fabricó en plata, un metal blando que no se agrieta o rompe con los impactos. Estos modelos se caracterizan por plasmar una T con un círculo en la esfera que se posiciona en la parte superior de la indicación del valor de profundidad. Cabe señalar que Rolex produjo esta versión militar del Submariner hasta finales de los años setenta.
El Seamaster: de reloj para pilotos a reloj para la marina
El Omega Seamaster también formó parte del equipamiento británico. A pesar de su nombre, fue utilizado por primera vez por las fuerzas aéreas. Es decir, desde su lanzamiento en 1948, el Seamaster no se utilizó como un reloj de buceo. No fue hasta el año 1957 que se convirtió en un ejemplar para el ámbito del submarinismo con la introducción del modelo 300. Pronto, el Omega Seamaster 300 se integró al comando "Special Boat Service" de la marina real. Actualmente, el diseño del Seamaster 300 recuerda la estética del primer modelo de 1957.
Durante muchos años, Vostok Amphibia también gozó de un alto reconocimiento en el mundo occidental. Se trataba de un reloj mecánico asequible de buceo ruso, cuyo diseño apenas ha cambiado desde su introducción a finales de los años sesenta. Para satisfacer las demandas del Ministerio de Defensa de la Unión Soviética, los diseñadores Michail Novikov y Vera Belov crearon un revolucionario concepto de sellado: con el aumento de la profundidad, el contorno del cristal de plexiglás presionaba con mayor fuerza la junta tórica que sellaba la parte frontal. Cuanto más fuerte era la presión del agua, aumentaba la impermeabilidad. Al reverso, la tapa integraba una junta de goma de gran tamaño que se presionaba a la caja junto al anillo de metal. A diferencia de otros prestigiosos relojes de buceo, el fondo en sí no estaba atornillado. El anillo de goma del Amphibia no estaba comprimido ni estirado horizontalmente, lo cual puede ocurrir cuando se aprieta o afloja un tornillo. Por lo tanto, la junta se cambiaba solo en casos excepcionales. En contraposición, los relojes de buceo convencionales, desgastan esta pieza con facilidad.
Con el Chronospace Military, Breitling introdujo un reloj cuyo nombre se asoció de manera inmediata al ámbito militar. Aloja un movimiento de cuarzo y dispone tanto de una pantalla analógica como digital. El Chronospace Military cuenta con una función de alarma, un temporizador y una segunda visualización de la zona horaria. Además, ofrece una resistencia al agua de 50 m (5 bar), es decir, un valor para nada sorprendente en un reloj de 4000 euros que pretende ser un reloj militar.
Innumerables relojes con precios razonables llevan el nombre de Swiss Military. Estos relojes se dividen en tres categorías diferentes: Swiss Military de Bubendorf, Swiss Military Hanowa de Möhlin y Swiss Military by Chrono de Solothurn. Los relojes de cuarzo asequibles juegan un papel importante en el mercado de las marcas militares suizas.
En cualquier caso, los relojes de cuarzo más baratos y fiables se han impuesto en el ámbito militar que, incluso a día de hoy, son utilizados por las tropas. Los Navy SEALS utilizan relojes Luminox. Sin embargo, a menudo también llevan relojes Traser o modelos de Casio. De hecho, un Submariner o Fifty Fathoms ya no son piezas militares, sino más bien un artículo de lujo.
¿Cuánto cuesta un reloj militar?
Si busca un reloj deportivo que funcione perfectamente bajo condiciones extremas, le recomendamos que eche un vistazo a los relojes militares. Robustos y funcionales, también satisfacen otro criterio: la buena legibilidad. Algunos relojes que encontraron su aplicación en ámbitos militares han logrado convertirse en verdaderas piezas de culto.
El Submariner es uno de los relojes más prestigiosos del mercado. La primera edición del militar Submariner se identifica con la referencia A/6538. Otras referencia que siguen el mismo esquema estético es la número 5513 y 5517 , así como la doble referencia 5513/5517. Cabe señalar que el número 5513 también se utiliza para las referencias del Submariner civil. Especialmente solicitado es el 5517 que se reconoce a través de sus agujas tipo lanza. El precio de un Submariner militar depende sobre todo de su disponibilidad y su estado de conservación. De hecho, el Rolex civil con la referencia 6538 de la década de 1950 ronda los 40 000 euros, mientras que la variante militar se sitúa por encima de este rango. A lo largo de 20 años, se han fabricado solo entre 1200 y 1300 Mil-Sub, por este motivo, el precio de una de estas piezas puede superar los 100 000 euros. Es más, algunos 5517 se lograron subastar por casi 150 000 euros.
Muchas veces, los compradores se encuentran ante la incertidumbre de comprar un reloj militar histórico o uno nuevo. El precio puede ser igual. Así por ejemplo, un cronógrafo de aviador alemán de la Segunda Guerra Mundial con monopulsador de la casa Hanhart puede costar entre 8000 y 9000 euros. Por el mismo precio se puede comprar un Blancpain Fifty Fathoms con calibre automático y un diseño tradicional. Sin embargo, para la versión de oro rosa del Fifty Fathoms debe invertir al menos 23 000 euros.
Esta gama de precios no es habitual. Normalmente, los relojes militares modernos ofrecen robustez para el uso diario y una excelente relación calidad precio. Sin estrenar, cuestan menos de 1000 euros que se aplica especialmente a los relojes de cuarzo. No obstante, un reloj mecánico Vostok Amphibia cuesta incluso menos de 100 euros y aloja un calibre automático de propia fabricación del tipo 2416 B.