El nombre Cartier no necesita presentación. Este último año ha sido muy positivo para cualquiera que venda Cartier vintage, y el informe anual de Morgan Stanley y LuxeConsult sitúa a Cartier como la segunda marca de relojes más vendida en 2023 (solo por detrás de Rolex, y por delante de Omega). Y, sin embargo, hay relojes en lo más profundo de su catálogo que merecen recibir más atención.
Hemos seleccionado tres de ellos. Uno es asequible, mientras que dos ciertamente no lo son. Cada reloj ofrece su propia perspectiva de lo que Cartier es, ha sido y podría ser.
1. Tank Must de Cartier
Hay casos en los que uno debería ir en contra de la sabiduría popular y comprar directamente el vino más barato de la carta. En este caso, si echa un vistazo a los relojes Cartier en Chrono24, especialmente a las opciones más económicas, quizá se pregunte: «¿Qué pasa con el Must de Cartier? ¿Por qué es más barato? ¿Debería plantearme comprar uno?».
El que solía ser el Cartier de los pobres se ha convertido en uno de los mejores valores de la marca. La línea Must de Cartier nació a finales de los años 70 como una forma de ampliar el mercado de la elegancia Cartier utilizando puntos de precio más bajos. Sin embargo, al reducir costes, Cartier también recortó gastos. La línea presentaba movimientos de cuarzo (lo que no es malo) y cajas chapadas en oro (lo que no es bueno). Los movimientos de cuarzo son perfectamente adecuados, sobre todo para los relojes de vestir de dos agujas. Pero las cajas chapadas en oro se astillan y destiñen con el tiempo, por lo que cuanto más use su reloj, peor aspecto tendrá. ¿Quiere usted eso cuando lleva un reloj?
Afortunadamente, este es un capítulo pasado en la historia del Must de Cartier. Desde 2021, puede hacerse con un magnífico Must de Cartier de acero, duradero y asequible, en un intenso azul, verde, rojo o negro. Han sido los favoritos de los seguidores de la maison desde su presentación, y Cartier ha eliminado el texto «Must de» de la esfera, haciendo que los relojes parezcan más de alta gama de lo que su precio podría indicar.
La versión totalmente negra es particularmente llamativa. Capta un efecto similar al visto en relojes más caros, como el Santos lacado o un Rolex Day-Date de ónice. Es ese negro tinta que le atrae, ese abismo en el que solo desea gritar de alegría. A pesar de lo que digan los titulares de los blogs de moda, el negro es el nuevo negro, y al igual que Cartier, nunca queda desfasado. También encontrará piezas con esferas guilloché como el WSTA0040, el precioso «Art Deco» ref. 1616, y los clásicos números romanos negros sobre esfera blanca.
2. Cartier Rotonde De Cartier
Este no es el típico Cartier. La marca parisina es conocida por sus relojes cronómetros con cajas de formas únicas. El Rotonde de Cartier W1556051, un cronógrafo redondo, no es ni lo uno ni lo otro, sin dejar de ser claramente un Cartier.
Los cronógrafos Cartier suelen pasarse por alto. Eso se debe a que la mayoría de ellos son, bueno, terribles, aunque unos pocos son geniales. Los problemas surgen cuando Cartier intenta tomar un reloj mínimo y convertirlo en un reloj técnico, como vemos con las versiones cronógrafo del Santos o del Tank. Sin embargo, con el Rotonde de Cartier, en lugar de intentar convertir algo sencillo en algo complicado, Cartier utilizó el W1556051 para hacer sencillo un reloj complicado.
Un gran ejemplo de ello es la indicación central del cronógrafo. No interrumpe el anillo de números romanos y no hay agujas adicionales abarrotando la esfera. El disco giratorio que mide el tiempo transcurrido es fácil de leer y mantiene el reloj limpio y simétrico. El Rotonde de Cartier equilibra cinco anillos concéntricos de información gracias a una jerarquía visual pulcramente organizada que guía los ojos a medida que se asimila todo. Primero vemos lo más importante, como la hora y el cronógrafo, seguido de los detalles más concretos.
También hay una sorprendente cantidad de profundidad en la esfera a medida que desciende desde la pista exterior de los minutos y vuelve a subir para el módulo central del cronógrafo. Vemos las agujas de las horas y los minutos metidas debajo del cronógrafo, creando un efecto de esfera casi misteriosa. Añádale un distintivo cabujón negro en la corona (normalmente reservado a las ediciones especiales), y tendrá un reloj densamente bueno. No es precisamente barato, desde luego, pero tampoco demasiado caro, teniendo en cuenta que son 42 mm de oro blanco. El Rotonde de Cartier es a la vez elegante y deportivo, capturando ese esquivo término medio entre funcionalidad y elegancia de una forma que está claramente dentro de la marca.
3. Cartier Tank Cintrée Dual Time
En un mundo lleno de GMT… prefiera ser un reloj con doble huso horario. Conocí por primera vez el Cartier Tank Cintrée Dual Time en un viaje a la oficina de Chrono24 en el Reino Unido, a las afueras de Londres. El Cintrée alargado ha sido durante mucho tiempo un favorito de los coleccionistas, y este reloj de edición limitada aprovecha al máximo su espacio rectangular. El reloj tiene dos movimientos, dos coronas (con dos cabujones, por supuesto) y dos esferas diferentes.
Cuando eche un vistazo a los distintos Cintrée Dual Times que hay en el mercado, verá una hermosa variedad de combinaciones gráficas que forman los diales superior e inferior, una lujosa forma de marcar dos horas a la vez. La disposición más común presenta doce números romanos en la parte superior, y una disposición más escasa de cuatro números romanos en la parte inferior. Las disposiciones más interesantes presentan escrituras contrastadas de dos culturas; puede encontrar, por ejemplo, números romanos en la parte superior y caracteres chinos en la inferior.
El efecto de este reloj en la muñeca es realmente transformador. Mientras que un GMT señala a los demás que usted es alguien que viaja por todo el mundo, el Cartier Tank Cintrée Dual Time señala que usted es alguien que posee propiedades por todo el mundo: un pied-à-terre en París, un bungalow en Bali, y su imaginación puede encargarse del resto.
La caja del Cintrée está hecha para abrazarse a la muñeca, y las dos esferas tienen un efecto compuesto. Ambos elementos son lo suficientemente bellos como para llamar la atención por separado, pero su unión en este modelo genera mayor impacto. También se establece una agradable jerarquía visual entre los dos. Ambas caras armonizan entre sí sin riesgo de confusión por parte del espectador.
Este reloj también sería un candidato fantástico para el programa Pièce Unique de Cartier, que permite al futuro propietario personalizar el reloj para las zonas horarias que prefiera. Por ejemplo, una esfera con números art déco podría ocupar el espacio superior para Nueva York, mientras que el espacio inferior podría albergar caracteres Kanji japoneses para Tokio.
Parece que a un pequeño grupo de entusiastas adinerados de Cartier han hecho de este reloj un éxito silencioso, a pesar de que no ha recibido la atención cegadora que reciben el Crash, el Tortue u otras formas extrañas de Cartier. Pero vamos, ¿qué hay de malo en guardar un secreto (o dos)?
